domingo, 1 de junio de 2014

AGUA#1

Buenas noches amigos del cajón. Esta noche les traigo un cuento del que espero disfruten ahora que se acerca el periodo estival y que probablemente muchos de ustedes disfruten de unas merecidas vacaciones junto mar. Con esa inocente intención se lo dejo aquí, buenas noches ....Ah! y denle al play





La puerta de la habitación del lujoso hotel de Estocolmo se abrió. Un hombrecillo de hombros hundidos entró arrastrando los pies, iba impecablemente vestido con un chaqué. Parecía abatido, como si llevara una carga tan pesada que estuviera a punto de aplastarlo

Las luces de la suite presidencial se iluminaron a modo de bienvenida. Miró sin ver el magnifico apartamento de 150 metros cuadrados que se abría ante él . Dejó caer el abrigo de cachemir sobre una butaca del hall. La lana resbaló sobre la seda de la tapicería y el abrigo terminó en el suelo. De su bolsillo salió un pequeño estuche y de él, una medalla dorada que cual moneda gigante, comenzó a rodar hasta que después de bailotear unos segundos cayó sobre el mármol blanco del suelo. En su cara se podía ver el relieve de un hombre barbudo junto a unas fechas en caracteres romanos y unas iniciales:
 AF. NOBEL.

El hombrecillo avanzó por la suite de la  misma forma que un autómata con las baterías apunto de agotarse; por fin, consiguió llegar al despacho. Se desplomó sobre un sillón giratorio y apoyando los codos en la mesa se tapó la cara y comenzó a llorar. Su llanto fue silencioso, amargo y profundo. Era viva imagen del fracaso.

Después de unos minutos recobró la compostura y enjugó sus lagrimas con un pañuelo que sacó de algún bolsillo. Se incorporó, fue hasta un armario de caoba con detalles de marquetería y lo abrió girando una pequeña manilla labrada en oro. Dentro junto a carpetas y archivadores estaba un portafolios de piel negra, lo tomó y se dirigió de nuevo a la mesa.

220702 Jamás olvidaría la combinación, era la fecha en que la conoció. Una lágrima solitaria y espesa se precipitó desde su ojo derecho al vacío. Sorbió los mocos y pulsó el botón que desbloqueaba la cerradura.

La jeringuilla estaba en su sitio y el vial también.

La aguja hipodérmica atravesó su piel y localizó una artería guiada por una mano experta y decidida. El contenido empujado por el émbolo se introdujo en el torrente sanguíneo, en pocos segundos sería repartido por todo su organismo.

No había tiempo que perder, tomó unos pocos folios y una estilográfica que halló en un cajoncito de la mesa de despacho y comenzó a escribir :




                                                                                       Estocolmo, 10 de Diciembre de 2032


Doctor, Profesor Víctor Alvargonzlez Tabarca.

Cuando lean estas letras ya estaré muerto.

 Lo primero que quiero decir que he tomado esta decisión de quitarme la vida libremente, por lo que nadie ha tenido ninguna implicación y/o responsabilidad . Por favor no pierdan el tiempo buscando culpables de esto. Yo y sólo yo, soy el responsable de mis actos.

El motivo de esta carta no es otro que, el poder dar la explicación que no he sido capaz de dar en vida y el de pedir perdón por el mal que he causado a la humanidad y de el cual aún no es consciente.

Ruego acepten mi sacrificio, como prueba de mi arremetimiento.
En este portafolios encontraran toda la información. Espero les sirva de ayuda, para poder enmendar mis errores, pero sobretodo para poder combatirlos y exterminarlos, antes que ellos lo hagan con nosotros

No estamos solos

El agua fue la portadora de la vida y será la portadora de la muerte

Todo comenzó hace 25 años...




...CONTINUARÁ





  

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