martes, 17 de junio de 2014

EL PSICÓPATA ENAMORADO

Era justo esa hora, en las que las luces se mezclan con las sombras, la calle, estaba vacía, en semipenumbra, sus pasos resonaban como el martillo de un herrero.
Apareció de la nada y en un segundo le arrebató el bolso.
El ladrón debería de haber salido corriendo, pero se quedo ahí parado mirándola, la poca luz que había le reflectaba directamente en esos ojos verdes que le acababan de arrebatar el sentido común.
Le sonrió y se marchó ......
Al día siguiente, presento toda la documentación robada, junto a una firma falsificada, para casarse con ella ...... en su bolsillo, una cuerda.


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