jueves, 12 de junio de 2014

LOCURA TRANSITORIA

"La aventura va guiando, mejor de lo que esperábamos a desear, porque no ves amigo Sancho Panza,dónde se descubrieron treinta o poco más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla t quitarles a todos las vidas ....

Mire vuestra Merced - dijo Sancho- que aquello que allí se parece, no son gigantes sino molinos de viento y lo que en ellos parecen brazos, son las aspas que volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.

Bien parece - respondió Don Quijote- que no estas cursado en esto de las aventuras, ellos son gigantes y si tienes miedo, quítate de ahí y ponte en oración en el espacio, que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla"

El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha

Porque hay etapas en la vida que son una Locura transitoria 
Porque hay etapas en la vida que somos Quijotes y que realmente no son molinos sino gigantes


No sé en que parte de esta historia 
perdí el argumento primario. 
No sé qué cojones me agobia. 
Voy según dice el calendario. 
Vuelve a llegar la primavera 
y me molesta el sol. 
Alma que nunca se deshiela 
y se queja del calor. 
Saco la cuenta de memoria, 
no se me pierda algún lucero. 
Mira que en silencio esa euforia. 
Sale hierba y me crece el pelo. 
Vuelve a llegar la primavera 
y me molesta el sol. 
Alma que nunca se deshiela 
y se queja del calor. 
Sufro locura transitoria. 
Bajo a la Tierra y cruzo 
la línea divisoria 
que separa en esta historia 
la locura y la razón. 
Coño. 
Un ruido del demonio. 
Se mete en mi cabeza. 
Se enciende dentro 
un puto rayo que no cesa. 
Tieso. 
Yo sigo todo tieso 
la misma trayectoria 
y no entiendo 
por qué estás cada vez más lejos. 
Ahora que ya no entiendo nada 
y no me funciona un hemisferio, 
quiero saber si entre tus bragas 
está la clave del misterio. 
Y entro y rebusco en tu colada 
a ver si allí estoy yo. 
¡Coño! Que noche tan cerrada 
hay en tu habitación. 
Sufro locura transitoria. 
Bajo a la Tierra y cruzo 
la línea divisoria 
que separa en esta historia 
la locura y la razón. 
Coño. 
Un ruido del demonio. 
Se mete en mi cabeza. 
Se enciende dentro 
un puto rayo que no cesa. 
Tieso. 
Yo sigo todo tieso 
la misma trayectoria 
y no entiendo 
por qué estás cada vez más lejos. 
Tirado en la calle en una esquina 
justo iba a quedarme dormido 
y vi a las astutas golondrinas 
colgar de tu balcón su nido. 
Y otra vez. 
Una y otra vez. 
Otra vez. 
Una y otra vez. 
Otra vez 
me siento ligero. 
Sin querer 
me escapo del suelo. 
Frente a tu ventana 
y a volverme a posar. 
De un trilero aprendo una canción 
y a volver a empezar... 
...otra vez. 
Una y otra vez. 
Otra vez 
como un aguacero 
que al caer 
preguntaba al cielo. 
Ya no me importa, 
ya no me hace daño. 
Ya no me acuerdo 
si fue imaginario. 
Ya no me dejo llevar. 
Pero si el viento no sopla, mejor. 
Estoy viendo molinos. 
Ya arreglaremos cuentas. 
Gigante descomunal. 
Que seguro que me siento mejor 
después de haber vencido. 
Siempre soy yo mi guerra. 
¿Qué hace esta cabra 
fuera del rebaño? 
Vamos a tirarla 
desde el campanario. 
Si por mí preguntan 
diles que me he ido. 
Del mundo no quiero 
que llegue el sonido. 
Si alguien me denuncia 
di que yo no he sido. 
Que el mundo hace tiempo 
que estaba podrido. 
Y otra vez me arranco despacito 
al sentir que nada necesito. 
Solo columpiarme 
y aunque me duela, 
vuelvo a preguntarme 
a donde me llevan. 
¿Qué hace esta cabra 
fuera del rebaño? 
Vamos a tirarla 
desde el campanario.

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