miércoles, 18 de junio de 2014

TOMA MI MANO#2









- No temas, Julia. He venido a acompañarte. He cambiado, todo ha cambiado. Dame la oportunidad del perdón. Acompáñame y lo comprenderás. Aquí todo es ...MARAVILLOSO

La realidad cayó sobre ella. Estaba muriéndose. Fue como si de pronto recordara algo importante, que había olvidado completamente.
Recordó que llovía, recordó un golpe y como el coche comenzó a girar sin control. Recordó el sabor de la sangre y luego el brillo las luces y el estruendo de las sirenas y el repiqueteo de las gotas de lluvia sobre la chapa del coche y el olor a hierba mojada...
. El dolor subió de intensidad azuzado por los recuerdos.

Sobre la luz azul que veía sin ojos estaba siluetada la figura de un hombre, su marido muerto; eso era lo que debían de ver los moribundos. Luis, ese maldito hijo de puta que la había maltratado durante años. Aquel monstruo que le había partido la nariz tantas veces que se la dejó chata como la de un boxeador. Ése que la azotaba con su cinturón porque la comida no era de su agrado o porque el café estaba frio o simplemente por que eran las 11 de la noche. Aquel animal rabioso que la violaba noche tras noche. Ese mismo hombre que la amenazó mil veces con degollarla, hasta esa madrugada en que le abrió la cabeza con un cenicero de cristal.

-Cariño, tienes que vivir, vamos mi niña, tú eres muy fuerte, no te rindas. La voz de la mujer llegó débil y lejana.

-¡Mamaaá, tengo miedo!. ¡Mamaaaaaaaá!

- No puede oírte Julia. No temas, no voy a hacerte ningún daño. Sé que te hice mucho. Pero he pagado mi culpa y ahora vengo para compensarte. ¿Recuerdas?, no siempre fue...

Era cierto. Luis no siempre había sido un monstruo. Cuando lo conoció era el joven y apuesto batería de una banda de heavy metal y ella una chica de poco más de 18 años que se enamoró perdidamente. Fueron felices hasta que aquello entró en sus vidas. Nuevos amigos y nuevos hobbies, todo era parte de un juego. Había que probar cosas nuevas, había que experimentar. Drogas, música extrema y sexo. Un coctel que al final les terminó por explotar entre las manos.

- Julia, es cierto, la muerte sólo es un paso, no es el fin. Si tomaras mi mano... Déjame enmendar todos mis errores. Tenemos una eternidad por delante para que tu alma se reponga de todo el mal que le he hecho padecer. No confíes en mí, confía en Él.

¿Él?, evidentemente debía de referirse a Dios.

Con cada palabra que llegaba de Luis el dolor se mitigaba , actuaban de la misma forma que lo haría un bálsamo. Al mismo tiempo una sensación desconocida la invadía, mezcla de paz, de tranquilidad y aunque pareciera mentira y avergonzante cierto hormigueo parecido al deseo sexual.

- Julia, por favor no me dejes sola...

Los sollozos de su madre captaron su atención de nuevo. El dolor volvió a subir como espoleado por las lagrimas. Haciéndose aún más insoportable.. masticar cristales, respirar fuego, vomitar lava.

Sin poder remediarlo "pensó" en su vida. Esa vida que perecía estar llegando sus últimos instantes justo a esa delgada frontera que la separa de la muerte.



CONTINUARÁ.....

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