jueves, 30 de octubre de 2014

Mi Blues nació en un tren de Renfe

-despierta salvaorillo, que nos vamos a la capital a que te vea el médico y luego a la pastelería que hay frente a la estación a comprarte unos pasteles de hojaldre de esos que tanto te gustan con merengue por dentro. ven, que te pongo la ropa y tomas la leche caliente..

Era invierno en mi pueblo y la casa antigua de vigas de madera y techo de cañas y barro no era muy reconfortante, pero era mi casa, mi castillo, mi pista de carreras en bici y mi salón de recreo y tareas en la mesa de camilla con el brasero de carbón y mi gata ''Sana'' pendiente de mí desde que la recojimos siendo un cachorro mi madre y yo un sábado por la mañana despues de venir de compras. Acabó llamándose así porque yo tendría unos tres años y media lengua, se bautizó con el nombre de Sara por Sara Montiel, famosísima por aquella época 69/70 y yo era incapaz de pronunciar la ''R''. Lo recuerdo todo perfectamente, a pesar de tener solo tres añitos.

Mi pueblo era próspero, estaba junto al valle del Andarax bajo, junto a cientos de hectáreas de naranjos y cada año venían un montón de hombres de fuera a la recolección del cítrico.
Las costumbres de la época:  para ir a la capi, había que engalanarse y a mí me tocaba ir en pantaloncitos cortos y zapatos, pero con un abrigo! Qué frío pasaba en las piernas.
Salimos de casa andando hasta la estación, apenas a un kilómetro de donde vivíamos. Era (y es, aún se conserva) muy pequeñita, coqueta, casi como una casita de cuento y por allí siempre andaba algún Guardaagujas con su mono amarillo y el interventor con su gorra de plato y sus mangas blancas poniendo sellos a los billetes que expendía.
Desde mi poca altura veía pulular por la estación varias personas, todas me parecían gigantes, misteriosas, gente muy seria, algunos, tristes. Los recuerdo en tonos grises y marrones, quizá por el reflejo de los tonos del cielo de invierno o porque eran así realmente. El caso es que mi instinto me hacía permanecer cerca de mi madre, la cual se encargaba tambien de meterme el miedo en el cuerpo.
No sé exactamente cuanto tiempo estaríamos esperando la llegada del tren a la pequeña estación, mi mente me desbordaba de imaginación y el concepto tiempo para mí no existía, pero sí recuerdo las señales de alerta cuando se acercaba el tren: hacían sonar una campana mediana que colgaba de una especie de farola, los trabajadores empezaban a advertir a pulmón y de repente todo el mundo parecía despertar de aquel reposo lánguido.
El suelo empezaba a temblar y un temblorcillo me daba a mí tambien, me fascinaba esa mole de hierros que se movía por aquellas vías puestas en el suelo descansando sobre enormes vigas de madera. Recuerdo ese olor tan particular entre madera, hierros, aceites y combustible que dominaba la zona y veía llegar el tren como un espectro con vida propia, serio, impasible, constante y ruidoso.
Abrían las puertas, dejábamos salir a alguien y subíamos. Nuevos olores, sensaciones. Anónimos solitarios, mujeres sin maquillar, algunas sin brillo en la cara, sin alegría. Tipos enjutos, misteriosos, de mirada perdida, sin querer cruzarla con nadie, absortos por su pellizco en el alma..

Buscábamos dos asientos consecutivos y nos sentábamos a esperar que la bestia de acero gruñera y empezara a moverse...
Lo hacía muy despacio, perezosamente, como si fuera a desfallecer por agotamiento de un momento a otro, exhalando grandes bocanadas de aire de un solo golpe de pulmón y cada media vuelta de sus ruedas eran como una pisada de los dioses sobre la tierra. Retumbaba todo debajo de los asientos y miraba al suelo temeroso de que se pudiera rajar y me engullera la bestia, pero lejos de eso, retomaba su  marcha de ritmo cíclico, con una cadencia embelesadora, parecía que cantaba la máquina entre el ruido del motor y las juntas de las vías, que cortadas y unidas a la misma distancia y junto con la velocidad del tren, ofrecían su particular hilo musical, una música que se me quedó grabada en lo más profundo de mi ser y algo de ese ritmo cadencioso me acompaña desde entonces...


Se mojó los dedos en saliva para terminar de arreglarse el pelo, el agua se acabó despues de que los dos se lavaran la cara y había que salir presentables de aquel granero donde habian pasado parte de la noche despues de actuar en aquel tugurio de mala muerte tres horas a cambio de bebida gratis y unos pocos dólares. No era mucho, pero suficiente para comer algo, comprar unas cuerdas nuevas para la guitarra y esperar que pasara algún tren y encaramarse a él y poder llegar algún día a la gran ciudad donde poder actuar en locales limpios y ganar algo más de dinero...

-Sonny, tu harmónica está bien limpia? ya sabes que cuando lleguemos a la ciudad te van a pedir que pongas a andar ese tren con ella. Llevamos mucho tiempo viajando desde que dejamos la cosecha de algodón y nos merecemos algo mejor en la vida, pero mientras lo conseguimos hay que dejarse la piel tocando cada noche
-no tienes de qué preocuparte, Rosetta, termina de poner esas cuerdas y vámonos, estás muy guapa, no te retoques más, el vestido está bien y mi harmónica reluce bien limpia y guardada en el bolsillo de mi abrigo. cuando la toque mañana, esos negros querrán salir corriendo pensando que les atropella un tren de verdad!
-al menos puedes bromear todavía, Sonny
-yo tambien he dejado atrás a mis padres y mis hermanas, Rosetta. Sufro la misma angustia que tú, pero lo vamos a conseguir, oh, precious Lord!


Nuestro tren se movía ya a plena máquina, berreando en repetidas ocasiones cada vez que se acercaba a una población, como advirtiendo de que el transformer llegaba y nadie podría pararlo.
Llegábamos a la gran ciudad y para mí era como llegar a otro mundo. Todo era más grande, había infinidad de personas andado rápido hacia cualquier dirección. Todas llegaban tarde a donde quisiera que fuesen. Allí no dejaban tener bicicletas a la gente? En mi pueblo teníamos todos una y las usábamos para casi todo, hasta para hacer la tarea, jeje
En la ciudad las mujeres se arreglaban mucho, aunque no fuera domingo. Y los hombres iban tambien muy presentables, parecía que se iban a casar todos, con esas chaquetas tan limpias y los pantalones planchados y con una ralla en medio y una cuerda colgando de la camisa. Nunca había visto eso.
-''se llama corbata'' me dijo alguien
-y para qué sirve? pregunté
-ee..estooo, es para ir más guapo, hace bonito.


-despues de atravesar varios estados y tras muchos días de correr para subirnos al primer tren que veíamos, parece que algo está cambiando, no crees, Rosetta?
-creo en la bondad del Señor y espero que nos ayude a poder seguir cantando nuestro gospel a la gente, pero quiero ser una persona igual a las demás y poder entrar a comer a los sitios igual que los blancos. Soy una persona, Sonny, somos personas!
-nadie nos va a ayudar en esto, Rosetta, pero yo estoy seguro que alguien nos verá actuar algún día y nos llevará a un buen hotel a comer cosas que no sabemos que existen y vamos a actuar en esos teatros de los que hemos oido hablar. cómo serán esos sitios? será un bar grande, con muchas camareras?
-no seas obsceno, Sonny, el Señor te va a castigar.
-sólo preguntaba, es que tengo curiosidad por ver un teatro de esos por dentro. tendrán sillas para todos?
-no lo sé Sonny, los blancos no salen cansados ni sucios



La visita al médico llegaba a su fin D. Indalecio Casinello era un Pediatra al que le debo la vida varias veces y se lo tengo que agradecer públicamente.
De nuevo en la calle y tras mirar varios cristales con cosas  extrañas dentro, llegábamos a la pastelería. Brillaba desde fuera, estaba todo lo limpia que puede estar una pastelería de capital en 1970 y rebosaba de bollos, pasteles, frutas en almíbar, golosinas de todos los colores y formas y cualquier tipo de dulce que se pueda pensar

De vuelta en el pueblo y ya desde mi casa, no perdía ocasión de asomarme al balcón cada vez que oía aproximarse un tren. Muchas veces eran de minerales, totalmente herméticos con una cubierta en forma de casa con tejas, llevados por dos máquinas de diesel, generalmente una a la cabeza y otra en cola.
Contaba los bagones: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, once, doce, nueve, diez, ocho...me liaba
Recuerdo que quería imitar todo lo que veía y escuchaba y el tren no iba a ser menos. Quería silbar, hacía el famoso '' pii piii, chucu chucu..'' hasta que más mayorcete descubrí que con dos palos del suelo y un perol podía hacer un ruido parecido.
Me fascinaba el tra-ca-tra del tren..


-Rosetta, no lo vas a creer, acabo de ver a Muddy Waters salir de un local con unos blancos, dice que ha estado tocando con ellos y que lo invitan a irse con ellos a su país a enseñarles nuestro Blues
-Los blancos tocando con Muddy? alabado sea el Señor! y qué blancos son esos? y dices que se va a otro país?
-Sí, dice que se llaman Rolling Stones o algo así y son ingleses
-Ingleses? y qué nombre es ese de Rolling, acaso no los bautizan en ese sitio? qué apodo más extraño.


1976 Crecíamos y necesitábamos ir a otros colegios y hubo que trasladarse a la ciudad. No me gustó nada el cambio. No podía tener bici, ni salir a jugar a la calle, no había campo donde ir a jugar ni correr con los perros, ni ir al río en busca de alguna piedra extraña. No había ranas que cazar ni pastores a quien saludar, hubo que adaptarse a la nueva forma de vida tan impersonal y superflua, rodeado de extraños con prisas todos los días.
Descubrí cosas diferentes, gente diferente, otras formas de ver la vida, pero cada noche al acostarme, en el silencio de mi cuarto escuchaba ese tren en mi cabeza, me subía en él y me iba a mi pueblo, con mis amigos, mi gata y mi bici. El tren. Ese viejo tren..



-llevas toda la tarde ahí sentado en la cama de la habitación tocando la harmónica. te encuentras bien, Sonny? estoy preocupada
-a este viejo le duelen las rodillas, pero no hay que preocuparse, esta noche saldré ahí fuera y volveré a tocar como hace veinte años, Rosetta. Este tren no se va a parar aquí, aún quedan más estaciones por las que pasar.
-tú crees que el público se enfadaría si tocas sentado? igual es una falta de respeto..
-no le voy a faltar nunca el respeto a la gente, hemos luchado muy duro para llegar aquí y pienso llegar de pié al fin de mis días.


Sí amigos, esto es el tren, mi tren, el tren de la vida cada nota de la harmónica de Sonny o cada sílaba de Rosetta es media vuelta de las ruedas del tren, de su tren, ese tren al que tuvieron que subir un día para llegar adnde el destino les estaba esperando. No tienen miedo de su memoria, generación tras generación los descubre y los disfruta. Yo los amo igual que amo mis raíces, mi entorno, mis costumbres y mi música. Esa que me fué entrando en las venas y se convirtió en parte de mi genética através de las vías del tren que pasaba por mi pueblo desde mucho antes que yo naciera y me metió el ritmo en el cuerpo. Me rezó Góspel, me cantó Soul y me enamoré con un Blues y cuando no tengo fuerzas para levantarme porque me duele la vida, me agarro al hijo bastardo del Blues, el ROCK!!

Porque cada nota de un Blues es un llanto del alma, es un grito de esperanza y de libertad para un pueblo, es una música atemporal que nace de una necesidad atemporal de ser libre y encontrar el amor.
Quieres cantar Blues?- sube al tren
Quieres tocar Blues?- haz andar a ese tren. El te irá diciendo el camino



-dime una cosa, Rosetta, crees que estos chavales se enfadarán por ponerles esta canción?
-no creo, Sonny, son unos chavales muy abiertos de mente, no es nuestra época.
-mientras nos escuchen, siempre será nuestra época.


paralelismos? para mí, todos. yo lo siento y lo creo así.

mantengo humildes mis orejas:)
 



domingo, 26 de octubre de 2014

LA CASA #11










El humo de la última calada decidió quedarse en sus pulmones, de la misma forma que el metano neblinoso lo hace sobre una ciénaga emponzoñada. Carlos tosió. La cabeza está vez sí le dio vueltas de verdad, pero desgraciadamente el tabaco no tuvo nada que ver. Fueron aquellas palabras. Las luces se transformaron en luciérnagas que bailotearon una conga sincopada con la música en un bucle malsano. La penumbra del local tomó masa, igual que si estuviera buceando en un mar de betún, donde el arriba o el abajo carecieron de sentido. Todo comenzó a girar y girar para perderse por un desagüe aún más oscuro. ¡Dios mío! Aquello era la confirmación  de sus peores pesadillas, aquella era la temida respuesta que había intentando por todos los medios no oír. Aquel había sido el callejón oscuro por el que no quería cruzar.

- ¿Cariño te encuentras bien?.  Quiso saber la meretriz
- Sí, es la falta de costumbre, hacia mucho que no fumaba. Gracias por todo, será mejor que salga a la calle. Dijo Carlos encaminándose hacia la salida del local lo más rápido y dignamente que pudo. 

Un géiser de jugos gástricos ascendió a la velocidad del rayo desde su estómago. El hombre arrojó el cigarro lo más lejos que pudo y se llevó las manos a la boca en un acto reflejo, pero de nada sirvió, pues otro reflejo involuntario abrió su boca hasta su límite físico, dejando el paso libre al caño acido que parieron sus entrañas. La arcada le hizo doblarse. Sintió como su cara ardía  y como sus globos oculares crecieron dos tallas más que sus cuencas, como sus manos se impregnaban con esa papilla viscosa de cena semidigerida. Otra le siguió aún con más violencia que la primera. Ahora paladeó el sabor amargo de la bilis y como los líquidos en su huida desesperada se colaban por sus coanas, abrasándole también la laringe con su fuego alcalino. Era un surtidor humano, una especie de bomba de achique de carne que estaba purgando su aparato digestivo de cualquier fluido.
Sólo después de tres arcadas más pudo volver a erguirse. La tensión sanguínea había caído en picado, se sintió desfallecer. Buscó algo donde sujetarse. Se derrumbó sobre el capó del SEAT León amarillo. Boqueaba como un pececillo fuera del agua. Estaba loco, el pensamiento resbaló por sus neuronas como el hilo de baba negra y pestilente que lo hizo por la comisura de los labios y que luego siguió su camino sobre la chapa amarilla. Era la única respuesta lógica. ¿Lógica?. No pudo reír. Necesitaba ayuda, Laura tenía razón, esta mal, muy mal. 

Después de unos minutos logró incorporarse, aún estaba aturdido pero no lo suficiente para no poder volver a la casa. Escupió un par de veces intentando deshacerse de ese sabor a limones podridos que tenía en la boca pero fue inútil, también lo fue limpiarse el vómito de las manos, aunque se las restregó vigorosamente por los pantalones vaqueros, lo más que consiguió fue retirar algún resto grueso, la sensación viscosa le acompañaría todo el camino de vuelta junto con el hedor.
Abandonó el parking del bar de carretera para desandar el camino hasta la casa. Sabía que en la siguiente curva estaba la gasolinera “abandonada”. La luz roja de zafarrancho de combate se encendió en el puente de mando de su cerebro. ¿Cómo la vería?. ¿Vería los restos de una estación de servicio donde el bosque ha empezado a recobrar lo que alguna vez fue suyo? O ¿vería nuevamente a aquel gordo y aquella caseta de aluminio?. El escalofrío llegó antes que la respuesta que jamás lo haría. El miedo a enfrentarse con eso le engarrotó los músculos y se detuvo. Miró al bosque que le flaqueaba el paso. Sus ojos lo escudriñaron y apenas si alcanzaron a ver más allá de la primera hilera de árboles. ¿Pero que pretendía ver? Detrás de ellos sólo habría más árboles, o eso se suponía que es lo que había en un bosque. Podría adentrase en él, dar un rodeo y así no tener que pasar por la gasolinera. Era una buena idea; sólo un par o tres de kilómetros y la rebasaría. Eso era, caminar por la espesura del bosque en plena noche, donde podía partirse la crisma metiendo el pie entre unas raíces o simplemente desorientarse y perderse sin llevar siquiera una prenda de abrigo, era una idea absurda, propia de un loco. Ahora si rió con una carcajada nerviosa y sonora, perfecto, él estaba loco. En una rama alta de algún árbol no muy lejano un pájaro también pareció carcajearse.

La zapatilla manchada de vómito se hundió unos centímetros al pisar en la alfombra de agujas secas. No podía hacerlo, las raíces, las rocas, incluso las carcajadas de pájaros y la fría oscuridad del bosque era mil, millones de veces mejor que tener que enfrentarse a la gasolinera. Con la luz del día quizás, pero no ahora, no esa noche.  

Continuará 

LA CASA #10
LA CASA #1 

''La Leona'' de Torres ya era muy sensual

Que la guitarra española era considerada un instrumento ''menor'' hasta bien entrado el siglo XIX es algo que solo saben los amantes de la música en general y los amantes de la guitarra en particular. Esto se debía fundamentalmente a la simplicidad de la construcción del instrumento, ya que  o eran muy incómodas de tocar o los materiales usados no eran los más indicados, se rompían con facilidad, sonaban a poco volúmen, por lo que se hacía inaudible su ejecución y se desafinaban constatemente. Eso unido a que muchas guitarras no aguantaban bien la tensión de las cuerdas al afinarlas  con el resto de instrumentos de una orquesta y acababan rompiéndose.

Pero los días en que la guitarra dejaría de ser la mofa de los instrumentos ''nobles'' estaban contados. Pronto sería considerada como el instrumento más famoso, fabricado y vendido en todo el planeta tierra.

El ''culpable'' de esta transformación como la de la oruga a mariposa, no fué otro que el ilustre luthier almeriense D. Antonio de Torres Jurado nacido en La Cañada, Almería ( 1817-1892 )
Sobre los doce años su familia se instala en Vera, Almería, donde aprende el oficio de carpintero en la C/Ancha, 22.

Bien joven, se casa con Juana María, de trece años y al año siguiente nace su primera hija, María Dolores y poco después comienza una etapa muy difícil en su vida, son desahuciados por impagos, mueren varios de sus hijos al naver y en 1845 muere de tuberculosis su esposa de veintitrés años

Dos años después decide irse de Vera y se instala en Sevilla siguiendo el consejo de su buen amigo Julián Arcas( por aquellas fechas, uno de los artistas favoritos de la Reina Isabel II) instalándose en la C/Ballestilla en 1854 y dos años después, en la C/Cerrajería. Dato clave este último, ya que aquí fué donde construyó su famosa guitarra ''La Leona''.





Por qué es tan importante La Leona, qué hecho significativo tuvo que ocurrir para que este artesano de la madera pudiera visionar la construcción del instrumento que cambió la historia de la música en general y del flamenco y el clásico en particular?
El comunmente llamado ''sistema de tapa con varillas en abanico:


Esta tapa es del año 1885, pero la original era de cinco varillas en abanico y dos transversales sobre la ''boca'' de la caja de resonancia. Esto significó un avance meteórico de la guitarra como instrumento de calidad fiable, unido a la selección curado y elaborado de maderas nobles para su construcción, además de un acabado exterior que la hacía más atractiva y el diseño simulando un cuerpo de mujer la hacían más deseable al tacto y la ejecución.
 Se desarrollarían mejores técnicas de ejecución del instrumento, ya que el diseño facilitaba la comodidad de ejecución del intérprete y las varillas proporcionaban la resistencia adecuada a la presión ejercida de las cuerdas sobre la madera.




Periodo de experimentación con el que recobra las ilusiones y ganas de trabajar, y que se ve reconocido en 1858 cuando obtiene la medalla de bronce en la Exposición de Sevilla, que lo consagra como uno de los mejores constructores de la época.
Fué en esa época donde contrae segundas nupcias con la sevillana Josefa Martín Dorado. De esta relación nace su segundo hijo, Teodoro Torres Martín (1860) e Isabel Torres Martín (1862)

En 1868  recibe la visita de Francisco Tárrega (1868), que le compra una guitarra. Este periodo, conocido como “primera época”, es el más fructífero de su carrera profesional. La importante actividad comercial de Sevilla le permite encontrar todas las maderas necesarias para construir sus mejores y más valorados instrumentos.

Sello original de 1864

Poco despues, sobre 1870 debido a una crisis económica que sacude el país decide regresar a Almería y se instala en la histórica C/Real de nuevo con Julián Arcas. Los dos habían abandonado la fabricación de guitarras debido a la crisis y se instalaron como alfareros, pero sin abandonar del todo el amor a sus creaciones, obteniendo muchos discípulos entre profesorado, luthieres, guitarristas y alumnos de estos.





En 1881 compra su primera casa e instala su taller en el número 80 de la calle Real, en La Cañada de San Urbano, lugar donde construirá guitarras hasta su muerte. En 1883 fallece su segunda esposa, pasando sus hijas pequeñas a asumir las tareas del hogar. Entre 1883 a 1892 se dedica por completo a la fabricación de guitarras, dada la fama que habían adquirido sus instrumentos y la importante demanda que recibía por parte de una nueva generación de concertistas. Construye en este periodo una segunda guitarra para Tárrega y tres de once cuerdas. Visita Barcelona (1884-1885), informándose de su ambiente guitarrístico y recibiendo varios encargos. En 1887 conoce al joven párroco de La Cañada, Juan Martínez Sirvent, quien le ayudará a construir instrumentos hasta su muerte. Torres Jurado era ya un hombre mayor y el temblor de su pulso, cada vez más pronunciado con los años, le dificultaba su trabajo. Después del matrimonio de su hija Matilde (1888), tenía que seguir construyendo guitarras -una media de doce por año- para mantener a su hija pequeña Ana. Murió (19-XI-1892) en el nº 8 de la Rambla de Alfareros, de Almería.




 Torres construyó sus instrumentos a lo largo del periodo sevillano (1852-1869) y del almeriense (1875- 1892), en este último, 155 instrumentos. Tomando como base la construcción de la vihuela de mano española, ha pasado a la historia de la música por haber fijado una nueva concepción del modelo de guitarra, conocido hoy como guitarra de concierto o guitarra clásica española.





 Utilizando el ciprés, el palisandro y el arce como principales tipos de madera, sus innovaciones surgen después de un mayor conocimiento empírico de la estructura del instrumento y de su aprovechamiento acústico.

 Además de haber proporcionado guitarras a los más importantes concertistas de finales del XIX y principios del XX (Arcas, Tárrega, José Martínez Toboso, Antonio Cano, Miguel Llobet, Emilio Pujol, etc.), ayudando así en el desarrollo de la guitarra como instrumento de concierto, sus innovaciones fueron de inmediato seguidas y adaptadas por la mayoría de constructores, tanto de la escuela madrileña (Manuel y José Ramírez, Santos Hernández, Domingo Esteso, Enrique García, Modesto Borreguero, etc.), hasta los principales constructores de la escuela francesa (Robert Bouchet), de la alemana (Hermann Hauser) o de Estados Unidos (Albert Augustine).

Pero, cómo suena La Leona? Es considerada como un Stradivarius. Hay varias guitarras aún del maestro, la mayoría pertenecen a colecciones anónimas, pero algunas, quizá la más importantes por su trascendencia histórica, se pueden seguir disfrutando.







No hace mucho, el Exmo. Ayto. de Almería le dedicó un más que merecidísimo museo al gran luthier que fué D. Antonio de Torres Jurado, un edificio/exposición con forma de guitarra, documentación original, fotos y réplicas de algunos instrumentos.









Se puede visitar y disfrutar en:
RONDA DEL BEATO DIEGO VENTAJA S/N 04002 ALMERIA





Ya poco más me queda por reivindicar de este visionario, ingeniero, carpintero y luthier almeriense que situó a la guitarra española en el lugar donde merece estar.

Historias de gente humilde que dejan huella porque su vida la dedicaron a hacer algo diferente por amor al oficio, porque sus manos no sabían hacer otra cosa que fabricar amor y bondad. 

Me lo dijo un sabio una vez: lo difícil es construir.

Desde entonces mantengo humildes mis orejas:)

martes, 21 de octubre de 2014

G. H. o cómo reconocerle a alguien públicamente su admiración

( G. H.)

No es ni más ni menos que: Gracias, Horchata

Sin tu asesoramiento no me hubiera atrevido a publicar la entrada anterior.

                                                  SALUD Y ROCK!!!


SALVAjismos guturales

Esta corriente musical que me empeño en llamar( gracias a un comentario de alguien por whatsapp) '' cantar pádentro'' o ''hacer guturales'' con la voz, tiene sus orígenes en los 80's, casi a la vez en los continentes europeo y americano. (G.H.)
De lo que yo conozco y desde mi punto de vista, los que ya me fueron ''poniendo en antecedentes'' allá por el año 82 fueron ACCEPT me banda favorita de Heavy Metal. Udo Dirkschneider, el cantante, no es que tuviera una voz gutural, precisamente, pero podía parecer una radial cortando una plancha de acero y podía hacer que su voz sonara honda, seca, muy áspera, casi como el rujido de una fiera del abismo.

Nunca entenderé cómo pueden tener tantas consonantes estos alemanes. Que te da un hipo en medio de la pronunciación y mueres atragantao!!

Según cuentan las fechas de edición de los discos, los pioneros del género fueron bandas como:
Morbid Angel, Possessed o Death y se caracterizaban por un sonido devastador y terrorífico. El horror en cualquiera de sus orígenes expresado en música. (G.H.)

Oscuro. Denso. El ritmo en el género ''Death Metal'' es pesado y extremo, la batería puede expresar tanto una subida insoportable de adrenalina como un leve pulso casi imperceptible, como un prólogo a la inminente ausencia de vida. Es terrorífico..


....obsceno y blasfemo, pero real!
Acaso no existe el miedo y el terror en el mundo desde el origen de la humanidad?

Todo se puede recrear y expresar con la música, sólo hay que unificar los elementos y criterios adecuados para conseguir trascender de las ondas del reproductor y que llegue a nuestros oídos y de ahí a esos rincones de nuestra alma donde guardamos con miedo y cautela todas nuestras  inquietudes, ansiedades y terrores jamás confesados.
Pero una vez asumido qué se es y aceptado la receptividad del estilo, sólo queda disfrutar de este género musical. Yo lo estoy disfrutando, lo uso a veces hasta para la siesta! Pero claro, yo soy yo, nada convencional y un tanto enigmático..

''se trata del estilo musical más extremo posible, el único que le permite al músico superarse técnicamente, moral y físicamente. lo practicamos por vocación...el death metal es un verdadero arte de vivir''. Definición de Trey Azaghoth, guitarrista de Morbid Angel

Está muy cercano al Jazz en el sentido de usar compases de amalgama, intrincados pasajes instrumentales, síncopas, cambios de compás y de tonalidad, casi sin leyes, no como la música popular. No se puede hablar de muerte, sacrifios, demonios exterminadores y demás oscuridades de la mente humana usando tres acordes como Bob Dylan, debe ser música compleja de ejecutar  y de escuchar, como la mente de cualquiera de nosotros, oscura, enrevesada, inaccesible, con claroscuros... (G.H.)

Como veis, no comen carne cruda, ni se cuelgan vísceras de pollo de las orejas ni han matao a nadie ni los busca la Interpol, son muchachicos muy apañaos que se cuidan. Un poco locuelos, pero quien no?

Cantar haciendo ''guturales con la voz'' no es acercarse al micro y gritar como si te estuvieran dando martillazos en los huevos, pero casi, requiere su técnica y no todo el mundo tiene la capacidad física de poder  hacerlo.

En el canto ''normal'' las cuerdas vocales se abren y cierran desde la laringe a la faringe y el canto gutural se obtiene por el mal uso intencionado de el aire al ser aspirado o inspirado, porque tanto se puede cantar gutural tomando aire como expulsándolo.

Al cantar correctamente, la fuerza viene desde el estómago, con un movimiento que se llama ''apoyo'' y se obtiene expandiendo el músculo del diafragma para que suba el aire y poder reducir la presión sobre la laringe.

En el canto gutural, lo que se hace es generar una presión controlada en el estómago, contrayendo el músculo para cerrar las cuerdas vocales y aumentar el tono/volúmen de la voz.

Arch Enemy puede ser pionera en el género gutural al tener como voz principal a una chica, Alissa White-Gluz, bellezón, dicho sea de paso. Este tipo de bandas ofrecen dentro del género algo muy característico, que es pasajes melódicos dentro de la brutalidad, consiguiendo un buen contraste en el resultado final. Hay quien les acusa de ser ''comerciales'', yo no veo que eso sea malo, al contario, no deja de ser una expresión cultural y como tal merece ser conocida.

Hay tres tipos de canto gutural:
- ''Fry'' agudo y raspado, apretando la garganta
- ''Pig squeal'' agudo, imitando a un cerdo, acercando la lengua al paladar y tragando aire, no soltándolo
-''Inward screaming'' originado por la ''fuerza'' del sonido sin presión de la garganta

Estas técnicas no producen cáncer como se ha ido contando malintencionadamente durante mucho tiempo, pero sí requiere unos cuidados muy especiales, porque pueden crear nódulos, pero eso tiene operación. No hay que ser cantante de death metal para sufrir los nódulos, un mal uso de las cuerdas vocales, un exceso de gritos y cantar sin técnica ni cuidados, pueden ocasionalos muy fácilmente. Estos hacen que las cuerdas vocales no se puedan cerrar bien y se ''escapen'' notas al cantar, por lo que se pierde el control de la modulación, haciéndose xasi imposible la entonación.


In this Moment son mi banda favorita en este género. No sólo son unos músicos de ejecución impecable, sino que en sus shows ofrecen algo más que  la típica banda puesta en pie tocando sobre un escenario. Aquí hay performances constantes y la cantante. Maria Brink tiene carisma de sobra como para tener al público hipnotizado casi sin moverse del taburete.
Son de California y su estilo es denominado ''metalcore espectro''.

Y como no hay que empacharse de nada para no aborrecerlo, voy a ir terminando haciendo referencia a una banda sueca formada en 1990 de las cenizas de Eruption banda de death metal. Me estoy refiriendo a OPETH quizá una de las bandas más innovadoras dentro de el género que os estoy presentando.
Con influencias de Morbid Angel, Bathory, Voivod o Mephisto, Mikel Akerfeldt y Peter Lindgren tardaron cuatro años en encontarar sus señas de identidad, su sonido distintivo y saber qué terrenos explorar con su banda.

Tienen once discos editados desde Orchid en 1995 hasta este último Pale Communion de 2014, del que os dejo una Canción, sí, así con mayúsculas, una canción llamada Cusp of Eternity


A mí me tiene cautivado la canción, porque además de ser muy buena, tener una gran melodía y un gran estribillo casi instrumental(lo que da buena cuenta del nivelazo técnico que tienen) ofrecen otros ''senderos'' por los que adentrarse y seguir descubriendo otros estilos con los que crear fusión.
Aquí no hay guturales, no lo necesitan, pero hay una madurez compositiva digana de el músico maduro y experimentado en mil batallas creativas, dando muestras una vez más de que la música no conoce fronteras ni tiene banderas.

En algún próximo encuentro, volveré a compartir más personalizadamente cualquiera de estas bandas u otras que no haya podido nombrar ahora.

Solo me queda decir que mantengo humildes mis orejas.

Gracias una vez más por tu tiempo, es algo que valoro, puesto que nunca lo vamos a recuperar, pero seguro que es bien invertido. (G. H.)



P.D.
En la próxima entrada revelaré el significado de (G.H.)

No os lo voy a dar tó mascao:)






sábado, 18 de octubre de 2014

LA CASA #10




El bosque parecía impenetrable, los abetos y pinos se apretaban formando un muro. La carretera, más parecía un riachuelo que discurriera por entre los cortados de un desfiladero, sólo que aquí, las paredes eran los troncos y las agujas ennegrecidas por la noche y Carlos un excursionista que se había perdido de una cordada. Caminaba a buen paso, un poco por entrar calor y un poco por salir de esa espesura negra y solitaria. Ni un solo vehículo había acertado a cruzarse con él. En esos momentos se sentía como si fuera la única persona sobre la faz de la tierra. Esa sensación era opresiva, angustiosa, haciendo  que cualquier pequeño ruido en la hojarasca del suelo lo sobresaltara. Aquello era vergonzosamente cierto, un hombre hecho y derecho que se amedrentaba por el corretear de un ratoncillo de campo o por el rumor de unas ramas agitadas por el viento. Toda la determinación que había tenido cuando salió de la casa, al parecer se había esfumando a medida que penetraba en el bosque. Afortunadamente para él el resplandor blanco de las luces de la gasolinera se adivinaron  en la siguiente curva. Sin darse cuenta comenzó a trotar. 
- Buenas noches.
- Buenaajs. Devolvió el saludo el empleado. Era un hombre gordo con la cara sonrosada, con una 
nariz grande y bulbosa de bebedor. Vestido con un mono azul ajado, cuya cremallera abierta dejaba ver una camiseta interior que alguna vez fue blanca. Aquel hombre le miró con el ojo analíticamente desconfiado del empleado de gasolinera en el turno de noche, que ve acercarse a un hombre andando, solo y desde una dirección donde no había nada en varios kilómetros, nada,  excepto una casa.
- ¿Vende tabaco?.  La pregunta le pareció ridícula, pero no tuvo más remedio que hacerla. ¿Cómo iban a vender tabaco allí? Casi dudó de que tuvieran ni si quiera combustible.
La gasolinera era en realidad un triste surtidor y una caseta de chapa, donde un mostrador con una caja registradora y unas estanterías con un par bidones de aceite  además de unas escobillas limpia parabrisas, que tenían pinta de estar descatalogadas hacia mucho, eran todo su contenido. El fluorescente que les daba luz parpadeo.
- No amigoj, aquí no vendemojs esa porqueríaj. Las palabras llegaron arrastradas en una bocanada que hedía a alcohol. La boca del dependiente se torció en una mueca burlona que dejó entre ver unos dientes rotos y amarillos.
Otra muestra de la amabilidad local. A Carlos aquel comentario fuera de lugar le pilló descolocado.
- Perdone, no pretendía molestarle. Era indignante, no sólo le atendía un grosero sino que además él se disculpaba, aquello no podía quedar así, aquella noche no. No había discutido con Laura, dormido en el coche y dado una caminata hasta aquel tugurio para que un neandertal borracho le tratara de esa forma.
- Ah! Y no soy su amigo, gordo. Añadió.
El fluorescente volvió a parpadear. Salió de la caseta, cerró tras de si la puerta de aluminio y cristal de un portazo que hizo temblar la estructura hasta los cimientos.
Afuera le esperaban la noche y unas renovadas ganas de fumar. Alzó la vista y vio un destello rosa entre los árboles. Unos cientos de metros más adelante, la carreta describía otra curva. La luz rosa centelleó de nuevo para desaparecer unos segundos después. Estaba salvado,  aquel neón en forma de flecha no podía indicar  otro sitio que un bar de carreta y allí seguro que tendrían tabaco. Desde detrás de él llego el quejido de la puerta de la caseta al abrirse. No le daría una segunda oportunidad a ese gordo borracho y corrió hacia el neón rosa.
¡Magnifico!, exclamó cuando pudo divisar aquel nuevo tugurio al que se dirigía, era como saltar de la sartén para caer al fuego. Aquello tenía pinta de ser una whiskería de tercera. No pudo evitar sonreír pensando en el trato que darían dentro, sobretodo basándose en sus experiencias con los locales. De cualquier forma el dueño del local o tenía un fino sentido de la ironía o no conocía el significado de la palabra que daba nombre a ese antro: Glamour. La palabra hecha con neones retorcidos refulgía en rosa chicle sobre la puerta como una de esas trampas para mosquitos. Jamás entraría en un lugar como ese, pero quería comprar una cajetilla de tabaco y pedir fuego y no parecía que hubiera otro lugar mejor.
El puticlub tenía delante una pequeña explanada de tierra que hacia la veces de parking, desierta salvo por un coche, un Seat León con los cristales tintados, pintado en un tono de amarillo que aún en la oscuridad molestaba a la vista.
La cortina hecha con cuentas de vidrio tintineo. La sala estaba sumida en penumbras aliviadas  por unas luces negras y unos neones de colores . Guns N' Roses sonaban de fondo. La barra era un oasis de luz en comparación al resto. Desde luego no había mucho ambiente;  o no había ningún cliente o estaban ocultos discretamente en los rincones más apartados y oscuros, de modo que sólo pudo ver a la mujer tras la barra.
- Buenas noches. ¿Tienen tabaco?
- Hola guapo. Allí tienes la máquina. Y señaló el otro extremo de la barra haciendo un gesto con la cabeza. Era una mujer que fácilmente pasaba los 50 aunque internara disimularlo con un excesivo maquillaje  y una sospechosa melena de rizos rubios. También  lucia un escote generoso donde unos grandes pechos amenazaban con desbordarse. Mascaba chicle.
-Pero si lo que quieres es echar humo, tenemos otras cosas mejores. Apostilló con un giño de ojo cargado de mascara de pestañas.
Contestó al giño con una sonrisa y se fue hacia la máquina, que tragó las monedas con ansia y le escupió la cajetilla de Lucky Strike con desgana. Había olvidado lo que costaba el tabaco y pensó que quizás aquella expendedora tenía unos precios desorbitados  ante la falta de competencia. De cualquier forma pagó gustoso los 5€.
- Perdone, ¿tendría fuego?. Maldijo para si, le había dejado la broma a placer. Seguro que la madame, le contestaba con un chiste picante cuando menos.
- Aquí tienes guapo, quédatelo. Dijo tendiéndole un Clipper con la palabra glamour serigrafiada.
- Gracias, acertó a decir un poco sorprendido por haber errado en su predicción.
- No eres de por aquí,  ¿verdad?.
Vaya, el primer habitante de aquel lugar perdido de la mano de dios que parecía demostrar un poco de empatía hacia él y tenía que ser una prostituta. Las ganas de encender un pitillo le empujaban hacia la puerta con una mano invisible y tozuda. La mujer lo advirtió, de alguna manera supo que las ganas de fumar le acuciaban a no entablar conversación.
- Enciéndete un pitillo si quieres. No te preocupes, nadie te llamará la atención y la Guardia Civil, no suele dejarse caer por aquí y si lo hiciera, jaja ese no sería nuestro mayor problema.
- Gracias, pero no quiero causarles ningún problema. Carlos estaba otra vez sorprendido por aquella mujer una vez más.
- Guapo, ¿dónde vas tan deprisa?. No te vamos a morder, no si tu no quieres jajaja. La risa sonó falsa como si fuera un chiste viejo que hubiera perdido la gracia.
El hombre se rindió, abrió el paquete de cigarrillos y sacó un Lucky, lo prendió. Aspiró su humo azulado y calido que inundó sus pulmones proporcionándole unos mili-segundos de placer. Por un momento la cabeza le dio vueltas y todo se desenfocó, la profunda calada fruto del ansia le mareó. Para contrarrestarlo infló sus pulmones con aire libre de humo y consiguió sobreponerse. Era incomprensible como podía gustarle esa porqueriaj a la gente. ¿Porqueriaj? El desagradable acento del operario de la gasolinera se había colado en su mente y ahora lo reproducía igual que un loro que aprende una nueva palabra.
- Lo necesitaba, sobretodo después de la visita a vuestro vecino.
- ¿Qué vecino cariño?. Quiso saber la camarera.
Carlos dio otra chupada al cigarrillo y aclaró.
- El gordo de la gasolinera. Es un borde y además creo que iba bebido.
- Perdona cariño, pero no sé a que vecino te refieres, la única gasolinera del pueblo queda a unos cinco o seis kilómetros de aquí, justo al otro lado del pueblo. En la siguiente curva hay una gasolinera… pero lleva abandonada años. 

Continuará..... 

LA CASA#11
LA CASA#9

martes, 14 de octubre de 2014

Creep. O cómo hacer sonar bien a la vieja Fernándes

Empezó tocando viejas canciones que recordaba vagamente aprendidas en la iglesia que había frente a su casa cuando era un niño con apenas nueve años...fué un aprendizaje efímero y breve, pero nunca llegó a pensar ése niño que algún día, no se sabe por qué caprichos del destino, se haría mayor y tendría que recurrir a ese corto aprendizaje.

El niño creció, se fué cargando de las responsabilidades y experiencias que le iba encargando la vida aún cuando muchas de éllas ni siquiera él las había pedido y seguramente tampoco las había buscado, pero hay que apechugar con lo que llega, solucionarlo o aprender a vivir con ello.

Cierto día, deambulando por la calle sin rumbo fijo, pero feliz y liberado, encontró una guitarra en un escaparate, se enamoró de ella y se la llevó. Pagándola, claro:)

Hubo que aprender, (siempre amó la música y se quedaba absorto cada vez que escuchaba a algún guitarrista tocar) y tuvo que recurrir a esas viejas canciones de iglesia. Había que re-educar al cerebro, hacerle desarrollar la capacidad de coordinar las extremidades en conjunción matemática y poder hacer sonar un instrumento de forma ordenada y armónica.

Pasaron unos años, conoció a otros locos como él y empezó a tocar en diferentes formaciones de pop, rock, soul, heavy...
Muchas horas de estudio en casa, muchas horas de ensayo con los compañeros de los grupos, kilómetros para ir a tocar a cualquier tipo de garito, anécdotas, desvelo.discrepancias en la elección del repertorio, diseño de logos para cada banda...

Aprendizaje de la vida, ni más ni menos.

Pasados unos años, pudo mejorar el equipo para poder tocar decentemente en cualquier local de ensayo y en cualquier local para poder hacer un buen show en directo. Ya no tenía que ir pidiendo amplis prestados para devolver al día siguiente, ni pedir al colega del local de al lado un pedal de distorsión, ya tenía su propio equipo y estaba satisfecho del esfuerzo invertido para poseerlo.

Hubo cambios de estilos, de bandas, de personal dentro de esas y otras bandas. El seguía asistiendo a los ensayos puntualmente y trabajaba en ellos como si de un concierto en el Hammersmith Odeon se tratase, porque la pasión por tocar le hacía dedicarse a ello sacrificando un montón de cosas, sobretodo, horas de sueño y de descanso, hasta que un día, hubo que poner punto y final a la aventura.
Las relaciones personales en cualquier faceta de la vida se desgastan y en la música, más. Choques de personalidades, egos insufribles y demás ''facultades'' que se desarrollan más de lo debido si en su día no han tenido un buen ejemplo en quien mirarse, pero nadie es perfecto y él, menos.

Pero casi un par de años después, casi aburrido de tocar solo en casa, ''tropezó'' con un par de colegas, se fueron a tomar algo, una cosa llevó a la otra y contactaron con una chica que cantaba...

Pero bueno, esto qué es? Es que no has tenido bastante durante veinte años de actividad musical? No te ha servido de nada? No decías que estabas cansao de esa vida?

Evidentemente, no. Tenía todavía el gusanillo rulando por la sangre, casi creándole ansiedad.

Se puso de inmediato manos a la obra. Conocía bien al bajista, era bueno y tenía experiencia, pero el batería era técnico de sonido e iluminación y había sido ''pipa''(técnico de sonido) de otros músicos. Se dejó aconsejar por este último en cómo optimizar el buen sonido del ampli y el módulo de efectos y consiguió sonar con más alma, con mucho más feeling.

La voz de la chica era suave y delicada, por lo que en algunos temas él no conseguía darle con la guitarra el ''color'' que necesitaba y pensó en desenterrar a la vieja Fernándes con la que empezó tantos años atrás.
La limpió a fondo, le puso unas cuerdas nuevas Dean Markley cal. 0'10 y le cambió la afinación para darle a la canción un sonido más ''envolvente'' ya que cuando hay un sólo guitarra en una banda, hay que buscarse la vida y tirar de recursos y aquél fué el mejor.

La vieja Fernándes sonó en el ensayo con solera, apenas hubo que hacerle unos ajustes al botón de la ganancia del Marshall y la guitarra cantó, como diciendo: eh, aquí estoy yo, soy veterana y voy a hacerte feliz como nunca!

Y cumplió su palabra. La vieja Fernándes me devolvió la ilusión, Sí, estaba hablando de mí, tampoco lo he puesto muy difícil, seguro que ya lo sabíais desde el encabezado:) el grupo se llamaba:
                   
                                                 Slow Happy Voice
y éramos:

A. López, voz
J. Chico, batería
J. Diego, bajo
Y un servidor

Y ella, la vieja Fernándes, rescatada veinte años depués y aún sonando.


viernes, 10 de octubre de 2014

LA CASA #9








Sorbió los mocos y se enjugó las lágrimas pasándose el antebrazo por la cara. Una luna amarillo pálida seguía colgada con su corte de estrellas en el cielo estival. Carlos observó el espectáculo de la noche; por un momento encontró un remanso de paz. Aquella visión, que debía ser cotidiana, se había vuelto extraña para el urbanita. Contemplar el cielo negro infinito sin ninguna contaminación lumínica que impidiera observarlo en toda su magnitud, era algo maravilloso. Verlo salpicado de incontables puntitos brillantes, que no eran si no soles distantes enviando su luz, aun estando muertos algunos, le pellizcó en el pecho haciéndole suspirar, tranquilizándolo.

 Una ráfaga de aire arrancó un murmullo de las arizónicas y de las copas de los árboles, incluido el pino donde encontró al gato. Un escalofrío le sacó de su oasis mental. El sudor se le había secado y aunque no hacia frío sí había refrescado lo suficiente como para pensar en una chaqueta que no tenía. Había salido del coche con la idea de dar un paseo para aclarar la cabeza y una brisa nocturna no se lo iba impedir, así que se encaminó hacia la verja.

La grava crujía bajo sus pies con cada paso. Los grillos detuvieron su serenata sobresaltados por el estruendo. Entonces el silencio fue absoluto. Carlos se detuvo junto a la cancela. La brisa había desaparecido, los insectos, todo; sólo podía oír el sonido de su propia respiración, que contuvo para escuchar aquel silencio. Aquella sensación también era extraña, casi olvidada para él. Silencio, silencio absoluto. Esperó a que la brisa volviera hacer murmurar las hojas, a que los grillos retomaran sus cantos de amor, pero ni lo uno ni lo otro. Los segundos pasaban hasta que se transformaron en un minuto… medio más. Soltó el aire que había comenzado a quemar en sus pulmones. Nada, aparte de su respiración que turbara aquella quietud. Se metió la mano en el bolsillo del pantalón para coger las llaves y abrir la cancela. El roce de la tela con su piel y el tintineo del metal parecían amplificados. La llave penetró en la cerradura y pudo oír como los pernos se ajustaban sobre los dientes metálicos. Carlos iba a girarla pero se detuvo.

Una incomoda sensación le sobrevino. Él Estaba rompiendo ese silencio, esa calma perfecta. Se sintió torpe, casi sucio. Era la sensación de estar profanando algo sagrado. El vello de la nuca se le erizó. Ahora notó el peso de una mirada acusadora en su cogote, una especie de hormigueo. Le habían descubierto haciendo algo prohibido. Tenía la imperiosa necesidad de girarse, era como ese impulso que te obliga a cambiar de postura en la cama. La mano le tembló y la llave transmitió la vibración que hizo que la cancela emitiera un leve quejido metálico, prácticamente inaudible en cualquier otra situación, pero en esos momentos le sugirió que la verja se iba a derrumbar. Respiró hondo e intentó serenarse. ¿Qué clase de paranoia se estaba apoderando de él?. Hizo acopio de valor y se giró. Las zapatillas deportivas removieron la grava que rugió como una bestia prehistórica.

 Allí estaba la casa plantada con su rotundidad inmóvil, como una montaña de grises, de sombras y penumbras mirándole con sus ojos/ventana y con su boca/porche. La sensación de ser observado no había desaparecido, es más parecía aumentar, si eso fuera posible. Carlos le mantuvo la mirada, desafiándola.

-¡No estoy loco!, ¡sé lo que vi!. Gritó al fin.

La casa no respondió.

Se sintió estúpido pero un estúpido aliviado. Aquel grito había sido una liberación, como si hubiera soltado una gran piedra con la que cargaba. Llenó los pulmones con el fragante aire nocturno y salió.

La propiedad no estaba conectada directamente con la carretera, sino que había que recorrer un pequeño camino de tierra antes de enlazar con ella, que después de unos pocos kilómetros le llevarían al pueblo, si la tomaba hacia la derecha. Si lo hacía a hacia la izquierda, la comarcal zigzaguearía entre el bosque durante unos 15 kilómetros antes de encontrar el ramal de la nacional. En realidad no había lugar a donde ir y menos de noche, pero la Luna proporcionaba suficiente luz y qué diablos necesitaba algún ejercicio físico, al menos andar, su cuerpo se lo reclamaba imperiosamente, necesitaba quemar la glucosa, que la adrenalina generada por el estrés había solicitado. Al llegar a la comarcal miró a la izquierda para comprobar que no venia ningún vehículo y cruzó para dirigirse al pueblo. Pasaban 3 minutos de la media noche, era verano, la gasolinera aún estaría abierta. Iría hasta allí, con la excusa de comprar tabaco. No fumaba desde unos meses antes de que naciera Paula pero este le pareció un buen momento para volver a reanudar el hábito. La nicotina le tranquilizaría. El recuerdo el humo cálido y azulado le reconfortó. El tabaco siempre le ayudó a pensar en el pasado, pero Laura se empeñó en que lo dejara, que afectaría al embarazo, que no le hacia ningún bien que… prefirió dejarlo antes que soportar ese acoso y derribo diario. Laura, su novia, su mujer, su mundo sobre el que el orbitaba como un satélite atrapado en su gravedad.

Laura, Laura…siempre Laura. Apenas si podía recordar un tiempo en que no estuviera. Y ahora después de tantos años estaban apunto de caer por el precipicio, si no habían caído ya. 40 años él y 37 ella. Comercial en una pequeña empresa maderera nacional él, directora adjunta de la delegación española de una multinacional del campo de la odontología ella. Él 1.8mts. 90 kilos de peso, moreno, con una alopecia incipiente. Ella rubia, ojos verdes 1.70 y 65 kilos, preciosa, delicada, casi perfecta. ¿Dónde habían quedado el joven atlético y la chica tímida?. Se habían hecho mayores pero los años no les habían tratado de igual forma. A medida que Laura crecía, menguaba él. Siempre había tenido esa sensación egoísta e infantil……BUUUUUU .El ulular de algún ave nocturna le sacó de sus pensamientos como el puntapié de un verdugo. La gasolinera no debía de quedar lejos. Apretó el paso.

Continuará....


LA CASA#10  
LA CASA#8
LA CASA#1
 



Homenaje (III) CANTOS A LA VIDA Y LA ESPERANZA

...y paseando tranquilamente, buscando el calor de los cantos a la vida y a la esperanza, de tanto buscar y querer descubrir algo más, de la mano de los anteriormente citados, descubrí a otro grupo, más poético y más ''asequible'' al oído, no por ser más sencillo, que no lo era, pero sí más asentado en la música popular, especialmente por el uso de los estilos más populares del flamenco: rumba, bulería y soleares
Y aderezado con las esencias roqueras de los grupos musicales que les precedían, sobretodo por Triana ( la sombra de Jesús de la Rosa es muy alargada, bendito sea )

Alameda era una formación de músicos con solera lederados por Pepe Roca, alma máter de la banda. Los componentes de la banda se conocieron en 1977 al coincidir los músicos en el conservatorio superior de música de Sevilla. Los hermanos Marinelli le dieron ese toque tan característico de sintetizadores y hórganos bidimensionales al más puro estilo John Lord de Deep Purple, pero con estilo aflamencao


Asómate a tu ventana,
que amanece un nuevo día;
y los que fueron mis penas,
son causa de tu alegría.

La imagen de tu sonrisa,
dejó un recuerdo en mi mente;
que aunque tuviera cien vidas,
no dejaré de quererte.

Quiero el calor de tu cuerpo,
quiero por siempre tener
la ternura de tus besos,
que es fuente para mi sed.

Despierta de tu silencio,
amigo coge el timón;
y pon rumbo a la esperanza,
a ver si alcanzamos el sol.

La imagen de tu sonrisa,
dejó un recuerdo en mi mente;
que aunque tuviera cien vidas,
no dejaré de quererte.

Quiero el calor de tu cuerpo,
quiero por siempre tener
la ternura de tus besos,
que es fuente para mi sed.

Alameda siempre cuidó mucho su trabajo artístico, tanto a nivel compositivo, como de arreglos, letras muy analizadas y muy estudiadas y de un alto contenido tradicional andaluz, propios de la tierra, de su Sevilla, pero muy bien mezclado con una buena base de rock sinfónico, y una calidad de sonido en sus discos, más que digna.
La discografía de Alameda es bien extensa, tanto en número como en tiempo:

  • 1979 - Alameda
  • 1980 - Misterioso manantial
  • 1981 - Aire Cálido de abril
  • 1983 - Noche Andaluza
  • 1994 - Dunas
  • 1995 - Ilusiones
  • 2008 - Calle Arriba    
Podría poner una canción de cada disco, pero no es necesario, aunque sí quiero compartir lo más representativo de ellos, '' noche andaluza''


Noche andaluza, de luna llena;
de ocultas fuentes alma serena;
y el laúd desde un rincón dulce suena.
Vino de rosas y de miel para olvidar,
mientras se ven al contraluz velos danzar.

Roce de sombras por la piel, ala fugaz;
noche de amor, noche de sur,
noche final.

Ref:
Cerca del Guadalquivir,
un patito y un limonero;
noche andaluza de abril,
oliendo a mirto el zagüan.

Ángel desnudo de amor,
sus jarros da de beber;
hasa que llama al balcón,
la luz del amanecer.

Noche andaluza de luna llena,
en los jardines la amante espera;
y su luz es el temblor de una estrella.
Moja en sus labios
el clavel que va a brotar,
rojo carmín que humedeció la oscuridad.

Cerca del Guadalquivir,
un patito y un limonero.
Noche andaluza de abril,
oliendo a mirto el zagüan.

Ángel desnudo de amor,
sus jarros da de beber.
Hasa que llama al balcón,
la luz del amanecer.

Si leemos con atención, podemos ver las constantes loas a los poetas andaluces más transcendentes, cantos a la vida y el amor, a la esperanza y a la libertad, belleza, raíces y costumbres.
Alameda, por dar alguna referencia más y reconocerles su nivel artístico y profesional, fueron los que grabaron el famoso disco de Camarón de la Isla '' La Leyenda del Tiempo'' e hicieron varias colaboraciones, entre las más destacables con otro ilustre y maestro de maestros, el inmortal Paco de Lucía.

Actualmente, Alameda siguen actuando en directo ocasionalmente, co-mandados por Pepe Roca y Rafael Marinelli y un elenco de musicazos de altísimo nivel.

Pero yo soy roquero, llevo el Rock en la sangre, las venas son las cuerdas de mi guitarra y mi corazón es un ampli Marshall de 100w. con el volúmen al 11 !!
Y tanto me gustaba el Rock en esa época, que inevitablemente, sucedió lo que tenía que suceder, que en los ''recreativos'' que había cerca de mi casa tenían una máquina de singles y por 25 pesetas podías oir una canción. Había buen surtido....de la época, claro:)

Yo buscaba...y no sabía el qué ni el por qué, pero buscaba cosas, respuestas a la vida, al porqué de las cosas, desde las más superficiales a las más profundas y transcendentales,estaba en esa edad del pavo comprendida entre los 11 años y la muerte, sí, esa edad donde domina el acné sobre el intelecto, el raciocinio y el sentido común..

Y encontré, vaya si encontré, casi me dejo las orejas pegadas a la máquina de discos del salón recreativo. Tendría mugre el mueble, seguramente.
Sólo había ese single, nadie sabía nada, no se sabía quienes eran, ni cómo eran, sólo sabíamos que era rock andaluz, porque el cantante ''seseaba'' y sonaba muy macarrilla y la batería atrinaba junto con una guitarra eléctrica que era todo distorsíon y unos sólos que pasarían a la historia por ser de los más tarareados del rock andaluz. Me estoy refiriendo a los incombustibles
                                  MEDINA AZAHARA


Todo el día sonando la canción en la dichosa máquina: ''busco comprender por qué el hombre se humilla, busco comprender por qué el trabajo es para mí...mientras, tú, sentado en tu butaca, buscas el placer en tu poder...''
''..solo, con mi llanto y mi tristeza, mi dolor y mi silencio..solo..''

Esta banda cordobesa irrumpió en el rock nacional como un elefante en una cacharrería, arrasaron en radios, televisiones, festivales y cualquier evento socio-cultural de la época, pero no fué hasta la salida del nuevo single que cautivaron a las masas, fué algo a lo que me refería en la entrada anterior cuando dije aquello de que la siguiente entrada(esta) la haríamos paseando...
por la mezquita.

El riff de guitarra de inicio es casi como un homenaje al ''smoke on the water'' de Deep Purple (de nuevo, las influencias son honrosas, sin perder la personalidad) y las letras son alusivas a reinos y leyendas históricas de legados y culturas pasadas..


La carrera artística de Medina Azahara es descomunal, desde 1978 hasta hoy día, comprendiendo 27 discos, 17 singles y 5 DVD's, apariciones en televisión, etc.
Liderados por toda una institución como es D. Manuel Martínez(conocido en este mundillo como ''el panocho'' en referencia a su pelo) voz principal y única a lo largo de toda la historia de la banda, gozan de buena salud, a pesar de la veteranía, tengamos en cuenta que Medina Azahara no ha dejado de editar trabajos y de girar por toda nuestra geografía, en recintos de todo tipo, ganándose más que merecidamente la gran legión que tienen de seguidores de casi todas las edades, varias generaciones les contemplan.


'' por fin rompo las cadenas que me tienen prisionero; consigo la libertad y volar por donde quiero...''
La letra es muy representativa del espíritu que nació con la banda, haciendo constantes alusiones a la libertad, órdagos a otras culturas, al amor y desamor, a historias de la calle de personas anónimas y las inquietudes personales de Manuel.

Como resumen de todo lo anteriormente compartido, decir que el rock andaluz está vivo, no con tanta repercusión mediática como en los 80's pero sí en las inquietudes artística de nuevas generaciones de músicos que siguen editando discos bajo este estilo musical que tanto a mí como a otros miles de andaluces nos tocó muy de cerca y nos ayudó a vivir, sobretodo a eso, crearon un universo musical donde encontrar alivio a los problemas, refugio ante un desamor, alimento de rebeldía tan necesaria en esa época y nos unió en cantos de himnos que nos ayudaban en nuetro día a día, en nuestras noches de miedos, en nuestra búsqueda personal de identidad y en hacernos ver a través de los surcos de un disco nuestras raíces y nuetra historia.

Sólo me queda agradecer eternamente a estos locos maravillosos su legado. Sus discos están ahí, siempre preparados para tí, para cuando quieras prestarles un poco de atención y ver el Rock desde otra perspectiva. 

Tan sólo es Rock Andaluz. Casi ná!!

Mantengo humildes mis orejas.