domingo, 9 de noviembre de 2014

Crónica de una fecha anunciada

Serían poco más de las 6:00 de la mañana cuando me desperté y lo primero que pensé fué: que dios me asista, que hoy ya no duermo más, ni voy a poder descansar más en todo el día, con todo lo que me espera hasta las 5.00 de la mañana del día siguiente, por lo menos!
Normalmente duermo unas seis horas al día y ya había agotado el cupo esa noche. La cama me agobia en esos momentos y me tengo que levantar.
Qué podía hacer?

Despues del café de rigor (bueno, dos) buscar la ropa de esa noche, calentar bien los dedos con unos ejercicios específicos, tocar un rato la guitarra y a mediodía comer bien, la tarde sería bien larga y no la iba a pasar con un sandwich, así que el plato fué guisillo con champiñones y fundamento.

16:30 llegamos al local de ensayo. Previamente, el día anterior ya habíamos estado desmontando todo el equipo, con la intención de adelantar trabajo y no perder ahora tiempo en eso. Unos cafés, unas risas, selección de repertorio y la furgo cargada cual tetris: pies de micro, batería, tres amplis, tres guitarras y un bajo en sus fundas, dos monitores de voces para referencia interna, varias bolsas con cables, conectores múltiples, estabilizadores de corriente, más cables.....y a las 17:40 salíamos rumbo a lo desconocido, como rezaba aquel relato de aventuras...

18:30 paramos la furgo en la puerta del bar donde íbamos a actuar esa noche. La fachada del bar es sobria, nada da a entender que ahí dentro pongan Rock&Roll. Es de esos garitos con solera que no necesitan publicitarse y yo tampoco lo voy a hacer, pero eso no significa que no estuviéramos bien atendidos, ni mucho menos.

Se abre la puerta lateral de hierro del local y aparece el dueño, la viva imagen de un Fito muy psichobilly. Auténtico y molón!
-sois vosotros? dijo mirándonos y levantando la barbilla.
Claro, yo sé que yo soy yo, pero supongo que se refería a si éramos los músicos de la banda de bandíos que había contratado para esa noche.

Cumplidos los formalismos roqueros y revisado nuestro contrato verbal, abrimos la fragoneta y en pezamos la descarga de equipo. Esta vez hubo suerte con el bar. La puerta lateral daba directamente al escenario. Cuatro pasos y estábamos dentro, así que la descarga y traslado fué casi un paseo, si exceptuamos que el equipo es pesado y no colabora.

19:15 se acaba la descarga, ya está todo cerca del escenario. Lo hacemos así porque por cuestiones evidentes de espacio, montar una batería de doble bombo y jaula de platos, no es tarea fácil y no tenemos por qué estorbarnos. Dejamos que se complete ese trabajo, lo que nos permite acercarnos a la barra y pedir unos cafés, refrescos, cervezas..
Este es un momento estratégico y fundamental, algo que a muchos grupos se les escapa y es el acercamiento a los currantes y al jefe del local que son los que van a estar con los músicos durante toda la jornada. Ellos son los que te van a ayudar si falta algún cable o te van a dejar alguna herramienta por si a última hora aparece un problema impensable. Son los que van a estar pendientes de que funcione todo correctamente, su negocio es ese y ellos son los máximos interesados en que el grupo se encuentre cómodo, que funcionen la iluminación del escenario y el sonido externo para que el público perciba un show lo más digno posible, así que hay que entablar conversación con ellos, memorizar sus nombres, y mostrarse con naturalidad, no somos rockstars ni lo pretendemos, así que no vamos a exigir camerinos individuales, champán ni demás leyendas que circulan por ahí.

20:00 hacemos la prueba de sonido. Los grupos que ya están rodados, casi no pierden tiempo en ecualizar equipos, yo sé cómo va a sonar mi Marshall casi sin mirarlo. Ajustamos volúmenes y empezamos a tocar para observar si suena todo equilibrado
Había gente por allí tomaando copas y viendo fútbol mientras hacíamos la prueba de sonido. Este es otro momento especial en el que según te muestres, puedes llenar el local por la noche o que no vaya a verte ni dios.
Y siempre nos pasa igual, en vez de tocar un poco de una canción, nos vamos poniendo cachondos y acabamos haciéndola entera. Y lo más cañero, Lo ideal es probar el sonido con una canción ''sencilla'' de ejecutar, ya que se suele estar cansado del viaje y la descarga de equipo, pero no, somos como somos y probamos con una de los RUSH

21:00 fin del experimento. Todos contentos y a cenar por ahí. De tantas cosas buenas que me ha dao la música (las malas me las guardo) ha sido las de conocer gente, sitios, costumbres, etc.
En un pueblo un tanto peculiar, gentes peculiares. Ni mejores ni peores, peculiares. Aunque claro, ellos pensarían lo mismo de unos forasteros.

23:15 llegamos al local. Ya se respiraba otro ambiente, había otra energía. El bar estaba a la mitad de su aforo, sonaban Grand Funk Railroad, ya no estaban las pantallas de tela donde se proyectan los partidos y los diferentes especímenes congregados allí se mostraban entre liberados por ser sábado noche e impacientes ante lo que que iban a presenciar. Toda clase de sensaciones se adivinaban en sus rostros.
Eso era algo que teníamos en nuestra responsabilidad según se mire, terminar de completar el aforo y eso se hace tocando bien, respetando al público e implicándolo. No te puedes limitar a subir al escenario, tocar, terminar y buenas noches,
Ahora, con las aplicaciones de los móviles puedes contactar con tus amigos y mandarles un video casi en tiempo real: ''teneis que venir ahora mismo a ver a esta banda. son la caña!!'' y en pocos minutos aquello se llena de colegas, se contagia la energía y el local hierve. Nosotros nos contagiamos de eso, nos da más subidón, el dueño del local hace sus cuentas y todos felices.

24:30 va a comenzar el concierto. Nervios, cocodrilos en el estómago. Buena señal. Dicen los grandes que el día que no tengan esas sensaciones, es mejor dejarlo. Significa que la pasión ha muerto y no tienen nada que transmitir, pero yo creo que no hay nada que les apague esa pasión con un buen cheque a su nombre guardado en el bolsillo.
Enciendo el Marshall, reviso las conexiones, me cuelgo la guitarra y repaso la afinación para asegurarme que está todo perfecto. No me sudan nunca las manos por los nervios, pero tengo ese ritual y llevo una toalla.
Se para la música del garito.

Se encienden los micros y suena un ligero ruido de fondo...los watios están en su temperatura y parece que murmullan deseando convertirse en música.

Hola, somos D'Stranjis y vamos a rockear esta noche!!


Las canciones van cayendo como las vainas hirviendo al salir de la recámara de una ametralladora una tras otra. Se ven flashes de cámaras, hay aplausos y gritos entre canción y canción, estamos en perfecta comunión banda-audiencia, la energía no sólo fluye, va increscendo..


Rush, Led Zeppelin, Ocean Colour Scene,Rush, Kiss RHCP, Aerosmith...van pasando por nuestras manos versiones de los más grandes artistas de la música rock y lo estamos dando todo porque no sabemos hacer las cosas a medio gas. Esto es ROCK  y es actitud, energía, rebeldía, fuerza y pasión y así debe de ser.

1:30 el show va terminando y no podía faltar el himno de fin de fiesta, un clasicazo!


Show must go on, que cantaban Queen, nosotros hemos terminado el show con el bar en aforo completo y todos contentos.
Nuestro ritual acaba juntándose la banda en un abrazo y dándonos las gracias, es mucho trabajo y se sacrifican muchas cosas para dos horas de música en directo.
Ahora viene lo más ingrato, lo que menos gusta, que es desmontar el equipo, cargarlo en la furgo, despedirse y volver a casa.

4:00 tras un bocata de queso sudao que sabe a gloria porque la cena debe andar por los talones y tras despedirnos caballerosamente, iniciamos el viaje de vuelta, ya con menos jaleo que la tarde anterior. Los cuerpos están casi al límite de reserva, se habla menos, alguna anécdota de las que siempre aparecen en estas aventuras y la radio suena de fondo pero como un acompañante más. Esa vieja compañera que es la radio..

5:00 llegamos al local, esto no acaba aquí, ahora hay que descargar el equipo y dejarlo todo más o menos organizado para el próximo día, pero no deja de ser una rutina más. Aquí no hay mucha diversión, pero sí la íntima satisfacción del deber cumplido.

6:50 en casa, por fín! he sobrevivido una vez más y ahora toca intentar relajarse. Un buen vaso caliente de leche es milagroso, ahora sólo falta que el cansancio se apodere de mí y pueda dormir unas horas, pero no tengo sueño, no creo que me pueda dormZzZzZzZzZz



Mantengo humildes mis orejas.


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