miércoles, 26 de noviembre de 2014

Introvertido. Su mundo estaba dentro.

Liverpool, 24-2-1943
Los Angeles, 29-11-2001

Silencioso, serio, místico y más apodos recibió en su día el beatle George Harrison, aunque yo le llamaría el envidiado.
El dueto artístico-dictador Lennon-Mc Cartney dieron con su filón de alternar melodías a dos voces y no quisieron ver el potencial compositivo de George, que pretendía ir un paso más allá en la música de la banda.
Ellos eran plenamente conscientes de la calidad de las canciones de Harrison, puesto que las mostraba y las tocaba delante de ellos cada vez que se juntaban en el estudio y les pedía incluirlas en los discos, de hecho, lo tenían por contrato: canciones de Paul y John, la mayoría para el disco, más una de él y otra de Ringo.

Nunca fuí un gran fan de esta banda, me gustan muchas canciones de ellos, pero no me enamoran, soy de gustos más viscerales, pero fué cuando empecé a dar mis primeros pasos con la guitarra cuando tuve que rendirme a la evidencia de que había un montón de cosas que aprender de ellos: armonías, melodías, acordes..
Y varios años después, cuando ya tenís mi propio criterio de lo que quería tocar, fué cuando empezó a llamarme la atención George Harrison.
Harrison participó en la primera formación de los Beatles, con quienes trabajó durante años en clubes de Liverpool y Hamburgo (Alemania). La historia emprendió el vuelo cuando, en 1962, el mánager Brian Epstein les consiguió un contrato con EMI y grabaron, con George Martin de productor, Love me do. Durante esa sesión fue expulsado el batería Pete Best. Su sustituto, Ringo Starr, se convertiría en uno de los mejores amigos de George hasta el final de sus días.

 La primera canción de George que apareció en un disco de los Beatles fue Don’t bother me, del segundo álbum, Meet the Beatles, pero sus composiciones no tuvieron apenas salida hasta años más tarde. Su contribución como guitarra solista al sonido de la banda fue, sin embargo, decisiva. Sus punteos afilados y melódicos, herederos de Chet Atkins y Carl Perkins, y su acompañamiento vocal a las armonías de Lennon y McCartney fueron sus señas de identidad más características.





 En 1966 se casó con la modelo y actriz Patti Boyd. Ese mismo año, los Beatles abandonaron los escenarios para consagrarse al trabajo en estudio, y Harrison entró en su fase más productiva en la banda. Aportó tres temas al clásico Revolver, entre ellos Taxman, y experimentó con instrumentos inéditos en el mundo del pop, como el sitar indio (él fue el introductor de Ravi Shankar en Gran Bretaña). Enamorado de la música y la religión hindúes.



 En 1968 arrastró a los otros tres beatles y sus respectivas esposas a unas jornadas de meditación en la India con el Maharishi Mahesh Yogi, un gurú espiritual que había conocido a través de Patti. La idea de George no llegó muy lejos, y en lugar de unir más al grupo tras la muerte del mánager Epstein, acentuó las discrepancias entre los cuatro. Aquel año publicó la banda sonora de la película Wonderwall music, el primer disco en solitario de un beatle, y compuso While my guitar gently weeps, una de las canciones más bellas del álbum conocido como «doble blanco».


 Para Abbey Road (1969) aportó dos de sus mejores composiciones: Here comes the sun y Something, el primer single de los Beatles no firmado por Lennon-McCartney, que fue número uno en ventas en Estados Unidos. Poco después de la separación oficial de la banda, publicó el triple All things must pass (1970), con material acumulado durante años. Fue saludado como una obra maestra y contenía el éxito My sweet lord, una oda al Hare Krishna que fue el primer número uno en ventas logrado por un beatle en solitario.


 A mediados de los años setenta se separó de Patti, que lo abandonó por su amigo Eric Clapton (un hecho muy publicitado por la prensa, aunque ambos nunca abandonarían su amistad).
Clapton y Harrison siempre fueron amigos, los dos se admiraban y se respetaban, eran dos almas gemelas, llegando el primero a grabar la guitarra solista en el tema '' while my guitar gently wheeps''.
De el divorcio de Patti y el posterior enlace de ésta con Clapton, nació una de las canciones más populares de mano lenta: Layla.


Esa segunda parte de la canción donde marca la melodía el piano, aún me mata de emoción.

Poco después se casó con su segunda y última esposa, Olivia Arias, que le dio su único hijo, Dhani, nacido en 1978. Ese mismo año impulsó la productora cinematográfica Handmade Films, nacida para sacar adelante la película La vida de Brian, de los Monthy Python. La compañía se convirtió en una importante referencia del cine alternativo británico en la década de los ochenta




 Harrison se alejó de la vida pública tras el asesinato de Lennon en 1980, y publicó la autobiografía I me mine en 1982. Volvió a la actualidad musical con el gozoso Cloud nine (1987), uno de sus mejores discos, que contenía el éxito Got my mind set on you. A continuación se sumó al curioso proyecto The Traveling Wilburys, un supergrupo junto a Bob Dylan, Tom Petty, Jeff Lynne y Roy Orbison, con los que publicó tres discos.



En 1999, un desequilibrado irrumpió en su mansión en Oxfordshire, en el sur de Inglaterra, y lo apuñaló en el pecho. Pudo escapar a la muerte gracias a que su mujer redujo al desconocido con una lámpara. En sus últimos días, George no dejó de crear música. Grabó su última canción un mes antes de su muerte, A horse to water, coescrita con su hijo Dhani, y que fue publicada la misma semana en que se despidió del mundo con el mensaje: ''Amaos los unos a los otros''.



El 29 de noviembre de 2001, George Harrison murió rodeado de su mujer y su hijo en casa de un amigo en Los Ángeles, California. 
La reina Isabel II, el presidente George W. Bush y los primeros ministros británico y francés, Tony Blair y Lionel Jospin, entre otros, expresaron sus condolencias.




I'snt it a pity
No es una pena?

Así se llama La Canción que me atrapo de George Harrison, donde una vez más, confirmo mi teoría de que el binomio compositivo Lennon-McCartney era puramente comercial. Ellos no tenían esa alma tan limpia y tan en paz consigo misma como la tenía y cultivaba Harrison. Por eso dije antes lo de ''envidiado''. 
Su música iba más allá de los tres minutos y estribillos comerciales. Él desarrolló su propio estilo guitarrístico, muy influenciado por Carl Perkins y el slide que quiere rememorar las ragas hindúes.

I'snt it a pity va más lejos que cualquier canción de los Beatles, nos muestra un Harrison más maduro creativamente hablando y con muchas cosas que decir. Es una canción muy especial, con ''pellizco'' uno de esos relámpagos casi imperceptibles en el cielo, pero que hacen brillar más a las estrellas.


Quizá no muy conocida para el gran público, pero de obligado conocimiento si quieres tocar entre los selectos del club. La han versioneado artistas tan grandes como el propio Clapton o Derek Trucks, otro genio de la guitarra, hijo del  guitarrista de los Allman Brothers




 Aquí hemos visto al hijo de George, se le reconoce fácilmente.

Hay que ponerse en pie ante tanta genialidad y dar gracias cada día de poder disfrutar de estos pequeños momentos de gloria que genios así nos dejan poder degustar y hacercarnos un poco más a lo divino, al cielo.
Canciones que quizá nos hagan ser un poco mejor personas.


Canciones de ''sólo'' tres acordes, pero con magia de sobra para consolar un corazón triste, para iluminar toda una vida..

Y como aportación personal, dejo los acordes de la canción para que cuando estés un poco perdido y quieras recobrar tu paz interior para poder ver un poco más lejos, te pueda ayudar.
No se pierde nada por probar y se puede ganar mucha felicidad, te puede ayudar a ser mejor músico, siendo mejor persona.

Hay que crecer primero por dentro para poder expresar más hacia fuera, compartir y ayudar.
Quizá eso sea amar.





El 29 de Noviembre está muy cerca, R.I.P. Mr. Harrison, I miss you so much

Quizá por eso tambien mantengo humildes mis orejas.

PD:
( G. H.)
Con tu permiso, esta vez G. H. significa George Harrison.                 Gracias:)


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