domingo, 10 de mayo de 2015

Pale Communion, el Delorean de Opeth






Antes de decidirme a aprender a tocar la guitarra, criticaba con mucha frivolidad cualquier estilo musical que escuchaba donde fuera. No tenía ese prisma que se desarolla cuando te dedicas a estudiar un instrumento y la música que puedes llegar a hacer con él.
Sólo trabajaban mis orejas enviando la información y mi cerebro interpretaba libremente lo que le llegaba. Tenía un raro criterio acerca de lo que debía hacerle llegar a mi corazón.

Años después y tras dedicar miles de horas a practicar con mi guitarra, fuí conociendo estilos, raíces y culturas y su aportación a la música y me dí cuenta de la dificultad que puede llegar a tener componer y grabar un buen disco. Del estilo que sea, me guste más o menos, claro, ya tengo mis preferencias bien definidas despues de tantos años, pero respeto cualquier estilo musical, excepto un par de aberraciones que no voy a nombrar.
No publicito lo que no me gusta, así de sencillo.

En este caso concreto, sí que me gusta esta banda, OPETH pero no ha sido un cortejo fácil.
Como una gran dama, se ha hecho de rogar, aunque sus insinuaciones eran muy sutiles y selectivas. Había que poner los cinco sentidos en la forma y la intención de acercarse y hacerle notar la pureza y la nobleza de mis sentimientos y la atracción que sentía casi hipnótica, pero a veces, mostraba una frialdad muy propia de las damas suecas. Estos países fríos son difíciles de abordar, casi inexcrutables y más para un tío del sur de España, acostumbrao a su solecito casi todo el año.

Opeth son una banda de Metal Progresivo originaria de Estocolmo, Suecia. Formada en 1990, editó su primer disco en 1995 y desde entonces hasta hoy, cuenta en su haber con 11 discos, dos recopilatorios, dos en directo y otros dos editados en DVD.



Como dato curioso, decir que los integrantes del grupo tienen unos nombres impronunciables y me niego a tener que escribirlos aquí, lo siento, pero tengo unos límites neuronales y no debo excederme en hacerlos trabajar por esas cosas de conservar la poca salud mental que a uno le va quedando.

Opeth empezó publicando discos muy metálicos, muy heavies, con muchas voces guturales y buenas pinceladas sinfónicas, pero con el paso de los años, en cada disco han ido evoluvionando un poco más hacia la vertiente del rock progresivo, pero con mayúsculas.

Y esto los ha llevado (bajo mi punto de vista) hasta 2014, que editan su último disco hasta la fecha, el refinado Pale Communion.
Aquí se aprecia más que en ningún disco la madurez de la banda, especialmente la del cantante, Mikael A. co-fundador del grupo y máximo compositor de la agrupación.
Madurez de ideas, de composición y de producción. Tras una primera escucha, se aprecia que los instrumentos suenan sin grandes efectos, apenas un poco de reverb en los micros y poco más. Se siente en la piel la desnudez de cada instrumento, como si estuvieras enmedio de la banda mientras están tocando. Algo muy difícil de conseguir, captar la inmediatez de una interpretación y poder editarla en soporte de audio.



Eternal rains will come abre el disco y no deja lugar a dudas. No es cualquier disco de una banda del montón, son unos músicos experimentados y con una idea muy clara de cómo debe sonar su música y hacia dónde la dirigen.
Con un inicio digno de cualquier banda clásica de rock progresivo que se os venga a la mente, da inicio la primera canción, dando paso en pocos minutos a un interludio bellísimo con un gran estribillo y un sólo de guitarra de sonido y ejecución que te lleva a los 70's..





Tras el inicio del disco, viene la obra que a mi entender es la joya de la corona. Me quisiera referir a Opeth como una banda que no tiene hit-singles entendidos como tal. No hay cancioncillas de dos minutos y medio. Lo habitual en ellos es que cualquier creación suya no baje de los cuatro minutos, teniendo una media de duración a lo largo de su discografía de seis minutos por canción. Cusp of Eternyti es la canción que uso yo cuando alguien me pregunta de qué va el disco, porque considero que es la más representativa del estilo que está adoptando la banda, por la estructura, la ambientación con ese regusto casi orgásmico a Rock Andaluz y un solo de guitarra que por feeling y destreza no está al alcance de muchos guitarristas:



Mikael Åkerfeldt dice: "Me he convertido en sinónimo de OPETH"




"He estado escribiendo material desde el primer álbum y dirigiendo este barco desde hace muchos años y sigo estando muy a gusto en esta posición. Es algo que he creado y las personas que han estado con OPETH me han ayudado a hacer de esta una banda muy especial."

Faith in Others:


Faith in Others podría ser perfectamente la banda sonora de una película. Podría colarse tranquilamente en una secuencia de ''Qué bello es vivir'' o un capítulo de ''Juego de Tronos''.
Mensajes al ser humano, críticas a la sociedad actual, nostalgia de la niñez y añoranza de los amigos.
Todo muy bien aliñado con instrumentos de cuerda aportando un extra solemne y la banda sonando majestuosa.

Como bien dice mi amigo (Gracias, H.) el Metal progresivo debe de ser arriesgado instrumental y compositivamente, pero no preciosista y tampoco extremadamente técnico, pero sí ir donde antes no ha ido nadie. Cuánta razón, eres un sabio;)





Qué nos deparará en un futuro un nuevo trabajo de OPETH? Seguirán alejándose más del Metal Gutural o ampliarán su estancia en los confines del Rock Progresivo? 
Se agotará algún día esa veta compositiva?
Nos sorprenderán con un disco de otro estilo?

Por qué nace tanto genio en los países del norte de Europa?
Qué tiene el frío que hace que los músicos lleven su visión de la vida a parajes musicales extremos?

Y yo? Seré capaz algún día de poder escribir correctamente el nombre de alguno de estos chicos?



Ni idea, sólo sé que sigo manteniendo humildes mis orejas.





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