domingo, 6 de septiembre de 2015

R. R. o cómo no seguir emocionado

Cuando uno tiene una debilidad, trata de esconderla, ocultarla o disimularla ante cualquier semejante, cualquier cosa por no mostrarse vulnerable. Es una actitud o un acto primitivo de autoprotección que  llevamos grabado de serie desde los genes de nuestros antepasados neandertales; reminiscencias de  una forma de supervivencia.

A nivel más personal, hasta bien entrado en la adolescencia, no empecé a mostrar un poco más abiertamente mis gustos musicales, aunque ellos ya sospechaban desde hacía tiempo que no sería un clon de ningún amigo de la escuela ni del barrio, ni tampoco me onsesionaban mucho los superhéroes del cine del momento.
En mi entorno social no estaba bien visto que un chaval fuera con ropajes de calaveras, pelo largo, chupas de cuero ni nada que hiciera referencia a tus gustos culturales.
Me lo pasaba mucho mejor leyendo tebeos de 13 Rúe del Percebe y escuchando a Triana o Led Zeppelin, que viendo el coche fantástico, por citar alguno.

No fué hasta unos años depués, que dejé los estudios y me dediqué a ganar sal, que pude dedicarme plenamente a saciar mis necesidades culturales cambiando sal por libros, guitarras y discos.
Ya llevaba unos años tocando con gente de aquí y de allí, cuando en mi búsqueda insana de obtener nuevas influencias, mi colega Jose el de la tienda de discos, me habló del ex-cantante de Black Sabbath y un disco póstumo que sacó al mercado en homenaje a su guitarrista muerto en un accidente de helicóptero.

Escuchando su información y teniendo en cuenta que Ozzy me parece más un showman que un cantante, unido al detalle fashion que me pareció lo del helicóptero, lo primero que pensé fué en que tan sólo se trataba de una miserable maniobra de merchandising como tantas había habido anteriormente, que editan un bootleg de calidad de sonido horrible, pero el fan que se siente huérfano del artista, adquiere lo que sea. Es como el último beso antes de la despedida..




                                                             RANDY RHOADS

Como ya dije en un post anterior, ''mi blues nació en un tren de la Renfe'', el tren no paró de viajar por esos raíles de dios, parándose en cada estación, pero no en cualquiera, debían tener nombres tan incitadores como: Fender Station o B.B. King Real Parade y otras como Cifrado State o  Listen to Rock...

Volviendo a la tienda de discos, tambien me dije a mí mismo que mi colega Jose no me iba a vender un bodrio sabiendo mis gustos y preferencias, así que le pedí que pinchara un poco el disco para hacerme una idea y no lo dudó. Se dispuso a sacar el vinilo con sumo cuidado, casi como un padre primerizo con su bebé recién nacido, pero el muy pájaro, sabiendo de mi debilidad por los trenes, su sonido y su poderío onírico, no puso el disco desde el principio, sino que buscó el surco donde daba inicio una de las canciones con un riff de guitarra que es toda una locomotora a vapor trabajando a pleno rendimiento. El título no podía ser más específico: ''Cray Train''.

Me costó apartar la voz de Ozzy y su particular forma de usar los gorgoritos, por llamarlo de alguna manera, pero no me costó nada en absoluto dejarme hipnotizar por esos dedos que sacaban unos sonidos a la guitarra que nunca había escuchado con anterioridad...


Este genio de las cuerdas, comenzó a tocar desde niño, con una guitarra creo recordar de su abuelo. Su madre, Delores, era profesora de música en su propia academia y cuando vió a su hijo progresar con la vieja guitarra, no dudó en ponerle un tutor particular de otra academia, ya que no quería influir como madre en la formación del jovenzuelo, hasta que un tiempo después, fué el mismo tutor el que humildemente se lo devolvió a ella, con un sencillo: ''ya no puedo enseñarle más. sabe tanto como yo''.




Las influencias de Randy eran ''sencillamente'' el neo-clásico y Alice Cooper por la estética sobretodo, además de los típicos ''héroes'' roqueros de la guitarra, a los que él no quería imitar, ya que según dijo, quería desarrollar su propia técnica llevada a la guitarra eléctrica y tener un sonido tambien propio, reconocible..
Esto le llevó a montar su propia banda con apenas catorce años y tocar en cualquier parte, no importaba si era un bar de mala muerte o en los circuitos de la zona. Su destreza y solvencia a las seis cuerdas le fueron granjeando un buen estatus y respeto entre los músicos que lo iban conociendo, además del público asistente. Su fama creció con el paso de los conciertos y en un puñado de meses ya estaba tocando con una banda de cierto renombre: Quiet Riot, con los que trabajó componiendo y grabando los dos primeros álbumes.

Bajo mi punto de vista, estos discos no pasan de correctos y les doy el valor de la añoranza por haber participado Randy Rhoads y poco más, pero sí se puede decir que le sirvió de escaparate para los mánagers y discográficas que andaban siempre rastreando a algún talento anónimo o poco conocido.




Los cuatro primeros discos de Black Sabbath son el Evangelio. Esto es lo mejor que opino de Ozzy y poco más. En esa época cantaba aceptablemente (todo esto siempre bajo mi punto de vista, que quede claro) y siempre ha sabido rodearse de muy buenos músicos.
Tras su salida de la banda, Sharon, su esposa y mánager le recomendó que no perdiera el tiempo y relanzara su carrera como solista y de paso, que se fuera distanciando de ciertas sustancias estupendas, aunque esto último no lo consiguió tan fácilmente..

En paralelo a esto, Quiet Riot no estaban en su mejor momento, la discográfica les firmó un segundo disco, pero al no tener repercusión, no les renovaron y Randy empezó a considerar la posibilidad de trabajar dando clases en la academia de su madre. Fué su madre, precisamente la que un día le instó para hacer una audición para Ozzy, que se encontraba en EEUU buscando guitarristas; las noticias volaban y llegaron hasta los oídos de esta mujer.

Randy casi se negó, no le gustaba la música oscura de Black Sabbath y no le motivaba ir a tocar para que lo viera el Madman, pero finalmente accedió y fué a hacer la prueba. Llegó al lugar tras un largo viaje, cansado y sin poder practicar con la guitarra, por lo que le pidió a Ozzy unos minutos para poder afinar y calentar los dedos...

Cuentan que Ozzy no le dejó tocar ni una nota, con verlo afinar le bastó para darse cuenta de lo que tenía delante, así que tras esa inusual entrevista laboral, pocas semanas despues marcharon hasta Inglaterra para empzar la grabación del primer disco: Blizzard of Ozz, con canciones tan relevantes como la anterior ''crazy train'' o ''mr. crowley'' alusiva al satanista Aleister Crowley, una canción con intro tenebrosa de órgano y los dos mejores solos de guitarra eléctrica que yo había escuchado en mi vida. Dos solos en una canción y a cual de los dos mejor.


Junto al bajista Bob Daisley y el batería Lee Kerslake grabaron este histórico disco, al que le siguió ''Diary of a Madman'' un tanto diferente, con un sonido más digamos ''suave'' y con perlas tan distinguidas como la que da título al disco


A modo de anécdota, contar que Randy le decía a Ozzy en el estudio: qué te parece si toco esto así o lo cambio por esto otro? a lo que el madman contestaba:  tío, cállate y toca lo que quieras.
Esa era la confianza que tenía depositada Ozzy sobre él. Y la popularidad que se le reconoció después, como en las revistas especializadas de la época

Volviendo a esta canción: Intro de guitarra intrigante, ecos al carmina burana, riffs pesados, quintas bemoles en placenteras disonancias.. Randy dando rienda suelta a sus conocimientos..
Presentaciones de la banda en vivo, fiestas para ejecutivos, giras por Inglaterra y Estados Unidos, días de fiesta, viajes y un conductor de la gira que tiene un planeador e invita a Randy y a una maquilladora del grupo a dar una vuelta..
El luctuoso accidente ocurrió el 18 de Marzo de 1982

''uno de los momentos más terribles de mi vida. no pasa un solo día sin que yo piense en él. yo aún hoy hablo con Randy en mi cabeza, juntos hicimos la historia eterna y la vida inmortal''
-Ozzy Osbourne.




El legado de Randy fué tan breve como determinante para la carrera de muchísimos músicos hasta el día de hoy. Gente tan relevante como Rudy o el mismísimo Steve Vai no escatiman elogios hacia la vida y obra de este pequeño genio de la guitarra y anualmente se celebran convenciones bajo su nombre.
Tanta fué su relevancia, que su madre creó una fundación bajo su nombre para ayudar a músicos que no tienen posibilidades de poder estudiar.

Las guitarras favoritas de Randy eran fender, gibson les paul y jackson con trémolo, varias stratos, acústicas guild y martin de 6 y 12 cuerdas y una española (Jerónimo Peña, de Marmolejo, España)






La revista Rolling Stone lo incluye en la lista de los 100 mejores guitarristas de la historia, uno de los mejores solos de la historia y mejor video como nuevo talento.





Fué un impacto igual a un flechazo lo que sentí la primera vez que escuché a este tipo, me cautivó enseguida, su forma de hacer riffs en una canción, parecía que improvisaba, no se limitaba a hacer los típicos acordes por quintas machacones que todos usamos para acompañar una canción de rock. La chistera de este mago contenía un número casi inagotable de recursos y su amor por el neo-clásico que se encargaba en dejar patente cada vez que las canciones se lo permitían, ya fuera en una intro, una progresión de acordes o un solo.

Como muestra, una pequeña pieza que compuso de apenas un minuto de duración que se llama ''Dee''


En esta fué donde Randy le comentó a Ozzy su deseo de terminar su vínculo profesional, quería obtener un diploma de guitarra clásica y el clima húmedo y frío inglés no le sentaba nada bien a la frágil salud del guitarrista. Ironías de la vida.

Algo sí debo agradecer a Ozzy, no van a ser todo críticas y es el buen ojo que tuvo para fijarse en Randy a la hora de buscar un guitarrista para su banda, un músico que le diera una nueva vitalidad, quería ser reconocido como Ozzy Osbourne, lo como el ex de los Sabbath y quería alejarse de la música que le hizo famoso, ofrecer algo nuevo, diferente y Randy se lo dió.

Randy Rhoads no sólo me hizo babear y llorar de emoción cuando empecé a escucharlo y a deleitarme con cada sonido que salía de sus dedos. Dicen que no hay nada mejor que predicar con el ejemplo y eso me hizo ver este genio, que sin estudio, pasión, trabajo y esfuerzo no se consigue nada.

Ni siquiera le llego a la altura de las botas y nunca podré tener la mitad de su destreza, pero le tengo a él en mi corazón y sus discos en la estantería de la habitación de mis guitarras, colocados en riguroso  orden alfabético.




Hay otros muchos guitarristas más rápidos tocando, más evolucionados técnicamente, mejores compositores de riffs, con otras técnicas más depuradas y una imagen más espectacular, pero para mí, ninguno como él por su humildad y sencillez, por su  buen gusto ejecutando riffs y esos solos que se pueden memorizar y reproducir mentalmente porque están muy bien estructurados y derrochan feeling en cada nota, no era el típico guitarrista pajillero del mástil que aprovecha cada ocasión para disparar dos mil notas en un compás sólo por que sí.
Todo tenía su por qué, su momento y su forma y en este sentido, Randy era el paraíso con botas de piel de serpiente.


En ''revelation: mother earth'' queda patente una vez más la forma de componer y estructurar las canciones que tenía Randy, no había prisa por empezar la tralla, hay que ''contar'' un prólogo previo a la tormenta y como guinda del pastel, un solo brillante, sensitivo, in crescendo, una obra de arte del Rock.





Yo tambien hablo contigo en mi cabeza como decía Ozzy desde entonces, amigo Randy. sobretodo para agradecerte el legado que dejaste y volver a admirarlo de cuando en cuando. Me supones algo así como un lifting espiritual, colega!








Mantengo humildes mis orejas







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