domingo, 25 de enero de 2015

Azul#4










Era como una estampida. La cancela de color burdeos se abrió y una muchedumbre bajita salió gritando agitando entre sus manos estandartes pintados con ceras y pintura de dedos, arrastrado mochilas y bolsas que en muchos casos sobrepasaban en talla a sus portadores. Al otro lado los cuellos se estiraron, los ojos se abrieron y las madres, padres, abuelos y cuidadores comenzaron a gritar nombres y a hacer gestos como en los documentales de vida salvaje cuando las bandadas de pájaros vuelven para alimentar a sus polluelos, solo que aquí
los adultos eran los reclamaban la atención de las crías. Allí venia Paula corriendo con su mochilita rosa saltando sobre sus hombros. El plumas azul a medio abrochar por el que sobresalían los faldones de la camisa blanca. La falda gris tableada un poco girada y los mocasines negros despuntados, que el betún ya no podía disimular. Un calcetín mas alto que otro y la cola de caballo, que Eva le hacia todas las mañanas, había desaparecido junto el coletero en forma de moña. En una mano el jersey del uniforme con el emblema del colegio arrastraba ligeramente y en la otra traía una felicitación navideña que habían hecho en clase. Se fundió en un abrazo con su padre mientras lo cubría de besos. Hoy era un día especial. Luis nunca iba a buscar a su hija a la salida del colegio, su trabajo lo impedía. Mientras guiaba a Paula hasta el coche, la niña bombardeaba a su padre con anécdotas y le explicaba su manualidad. A la par que en su cabeza se forjaba la duda: podrían mantener el gasto que suponía este colegio. Desechó estos pensamientos y dispuso a disfrutar de la compañía de su hija y de su alegre parloteo. Por el rabillo del ojo algo llamó su atención. Un hombre o dos, no estaba seguro, con pinta de matones estaban junto a un coche negro de cristales tintados. Se volvió un poco, disimuladamente para poder observar mejor la escena. Era cierto que el colegio de Laura era privado y de cierto nivel, pero no como para que hubiera guardaespaldas a la salida de clase. Sí, eran dos hombres vestidos con traje oscuro , gafas de sol y pelo muy corto.
Uno tenía aspecto de bulldog. Chato, ancho de torso y extremidades cortas. El otro sin embargo recordaba a una rapaz, delgada con las facciones afiladas donde resaltaba una nariz prominente y algo ganchuda asemejándose al pico de un ave carroñera. Los hombres estaban en la calzada junto a la puerta trasera del mercedes de alta gama, miraban como buscando algo o a alguien. Luis se sintió observado .Buscó a Paula. Ahora su hija saltaba los baldosines de la acera siguiendo un patrón de colores ,igual que en una película de aventuras cuando el protagonista sortea un rio de lava brincando de roca en roca ,a la par que cantaba algo que no llegaba a entender. Cara de perro golpeo la ventanilla con los nudillos. El cristal tintado bajo unos centímetros. El espacio justo para dejar salir un sobre blanco. Lo cogió y se lo tendió a nariz ganchuda que asintió y cruzó la carretera hacia ellos. Luis instintivamente agarró a su hija de la mano. El hombre del traje negro se plantó delante de ellos y le tendió el sobre diciendo.
- Esto es para usted.
Paula es escondió detrás de las piernas de su padre un poco asustada. Su padre sin saber muy bien que decir lo tomo, mientras rapaz se alejaba y se montaba en el coche en marcha, en que ya le esperaba bulldog. El mercedes salió rodando calle arriba lento y majestuoso. La niña preguntó; ¿quién es, ese señor, tan raro papá?
Luis la miró y contesto con sinceridad.
- No lo sé, cariño. No lo sé...

La carta descansaba sobre la mesa del estudio. Era un sobre americano blanco de estos que tienen una línea punteada de la que hay que tirar para abrir. Luis lo contemplaba desde su silla. Había intentado abrirlo en varias ocasiones pero no lo había hecho. Los últimos acontecimientos lo tenían desconcertado y porque no decirlo asustado. El sobre, parecía un nuevo billete para otro viaje a lo sin sentido, patrocinado por SS, fuera lo que fuera. Porque ese era el remitente; sin dirección. Solo las dos consonantes grabadas como dos serpientes que reptaran por el papel, bellas y letales. Inspiró y tiró de la pestaña. La solapa se abrió dejando una fila de dientes de papel que amenazaba con morder a quien quisiera fisgar en su interior .Dentro había un documento plegado y un talón bancario. El cheque era al portador .Estaba escrito en tinta azul , con una caligrafía exquisita, donde aparecía primero en letras y luego en números la cifra de 3.000,00€. Las manos le temblaron un poco. Dejándolo a un lado, tomo el escrito impreso en letras negras. Leyó:

Estimado Don Luis
Nos alegramos de saludarle nuevamente.
Como ha podido comprobar, no hemos faltado a nuestra palabra y hemos comenzado a cumplir sus deseos. Esperamos que le gustaran las rosas a su esposa. Pero esto solo es una pequeña muestra de lo que podremos hacer por usted. De hecho el talón que acompaña a este comunicado no es más que otra manera de seguir haciéndolo. Lo, como un anticipo y como un a cuenta de nuestras próximas relaciones. Para que estas relaciones continúen prosperando solo vamos a pedirle un pequeño favor. No se alarme no vamos a pedirle nada extraño o ilegal. Muy al contrario creo que lo hará gustosamente usted y toda su familia. Nuestro pequeño favor es que visite a un niño. Set. Un niño que nació al mismo tiempo que su hija Paula con la diferencia que en vez de hacerlo en el seno de un hogar lo hizo en un albergue para inmigrantes ilegales de la costa. Su madre llego estando en avanzado estado de gestación en una patera. Por complicaciones en el parto, su progenitora falleció y ahora se encuentra aquí, en un centro de acogida. Por eso queremos que en estas fechas tan entrañables que se acercan vaya a visitarlo, así podrá recibir un poco de cariño, que tanto desea y que sabemos que podrán darle de sobras. Como ve, nuestro fin es cumplir Deseos. No se inquiete por los permisos y burocracia, ya está todo solucionado, sólo depende de usted. Si declina la oferta solo tiene que romper el pagare y desapareceremos de la misma forma que nos encontró. Pero si como esperamos acepta. Será el comienzo de algo que cambiara su vida....

Reciba un afectuoso saludo. SS

El resto del documento eran unos permisos y autorizaciones para poder realizar “el favor" que le habían propuesto. Se removió en su silla y soltó los papeles en el escritorio ocultando parcialmente el talón, pero dejando ver la cantidad que atraía su mirada de forma hipnótica. No se lo creía. ¡3000,00€ por visitar a un niño! Repasó mentalmente los acontecimientos recientes una y otra vez, buscando el truco. Tenía que haberlo.  Por más vueltas que le daba al asunto siempre llegaba a la misma conclusión .Era cierto que todo esto era muy extraño, pero ¿qué de malo podría haber? No lo encontraba. Soluciono que tenía que contárselo a Eva, quizás ella lo viera de otra manera con su astucia femenina. Solo había un problema. ¿Por dónde empezaba?

Continuará... 

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