miércoles, 26 de noviembre de 2014

Introvertido. Su mundo estaba dentro.

Liverpool, 24-2-1943
Los Angeles, 29-11-2001

Silencioso, serio, místico y más apodos recibió en su día el beatle George Harrison, aunque yo le llamaría el envidiado.
El dueto artístico-dictador Lennon-Mc Cartney dieron con su filón de alternar melodías a dos voces y no quisieron ver el potencial compositivo de George, que pretendía ir un paso más allá en la música de la banda.
Ellos eran plenamente conscientes de la calidad de las canciones de Harrison, puesto que las mostraba y las tocaba delante de ellos cada vez que se juntaban en el estudio y les pedía incluirlas en los discos, de hecho, lo tenían por contrato: canciones de Paul y John, la mayoría para el disco, más una de él y otra de Ringo.

Nunca fuí un gran fan de esta banda, me gustan muchas canciones de ellos, pero no me enamoran, soy de gustos más viscerales, pero fué cuando empecé a dar mis primeros pasos con la guitarra cuando tuve que rendirme a la evidencia de que había un montón de cosas que aprender de ellos: armonías, melodías, acordes..
Y varios años después, cuando ya tenís mi propio criterio de lo que quería tocar, fué cuando empezó a llamarme la atención George Harrison.
Harrison participó en la primera formación de los Beatles, con quienes trabajó durante años en clubes de Liverpool y Hamburgo (Alemania). La historia emprendió el vuelo cuando, en 1962, el mánager Brian Epstein les consiguió un contrato con EMI y grabaron, con George Martin de productor, Love me do. Durante esa sesión fue expulsado el batería Pete Best. Su sustituto, Ringo Starr, se convertiría en uno de los mejores amigos de George hasta el final de sus días.

 La primera canción de George que apareció en un disco de los Beatles fue Don’t bother me, del segundo álbum, Meet the Beatles, pero sus composiciones no tuvieron apenas salida hasta años más tarde. Su contribución como guitarra solista al sonido de la banda fue, sin embargo, decisiva. Sus punteos afilados y melódicos, herederos de Chet Atkins y Carl Perkins, y su acompañamiento vocal a las armonías de Lennon y McCartney fueron sus señas de identidad más características.





 En 1966 se casó con la modelo y actriz Patti Boyd. Ese mismo año, los Beatles abandonaron los escenarios para consagrarse al trabajo en estudio, y Harrison entró en su fase más productiva en la banda. Aportó tres temas al clásico Revolver, entre ellos Taxman, y experimentó con instrumentos inéditos en el mundo del pop, como el sitar indio (él fue el introductor de Ravi Shankar en Gran Bretaña). Enamorado de la música y la religión hindúes.



 En 1968 arrastró a los otros tres beatles y sus respectivas esposas a unas jornadas de meditación en la India con el Maharishi Mahesh Yogi, un gurú espiritual que había conocido a través de Patti. La idea de George no llegó muy lejos, y en lugar de unir más al grupo tras la muerte del mánager Epstein, acentuó las discrepancias entre los cuatro. Aquel año publicó la banda sonora de la película Wonderwall music, el primer disco en solitario de un beatle, y compuso While my guitar gently weeps, una de las canciones más bellas del álbum conocido como «doble blanco».


 Para Abbey Road (1969) aportó dos de sus mejores composiciones: Here comes the sun y Something, el primer single de los Beatles no firmado por Lennon-McCartney, que fue número uno en ventas en Estados Unidos. Poco después de la separación oficial de la banda, publicó el triple All things must pass (1970), con material acumulado durante años. Fue saludado como una obra maestra y contenía el éxito My sweet lord, una oda al Hare Krishna que fue el primer número uno en ventas logrado por un beatle en solitario.


 A mediados de los años setenta se separó de Patti, que lo abandonó por su amigo Eric Clapton (un hecho muy publicitado por la prensa, aunque ambos nunca abandonarían su amistad).
Clapton y Harrison siempre fueron amigos, los dos se admiraban y se respetaban, eran dos almas gemelas, llegando el primero a grabar la guitarra solista en el tema '' while my guitar gently wheeps''.
De el divorcio de Patti y el posterior enlace de ésta con Clapton, nació una de las canciones más populares de mano lenta: Layla.


Esa segunda parte de la canción donde marca la melodía el piano, aún me mata de emoción.

Poco después se casó con su segunda y última esposa, Olivia Arias, que le dio su único hijo, Dhani, nacido en 1978. Ese mismo año impulsó la productora cinematográfica Handmade Films, nacida para sacar adelante la película La vida de Brian, de los Monthy Python. La compañía se convirtió en una importante referencia del cine alternativo británico en la década de los ochenta




 Harrison se alejó de la vida pública tras el asesinato de Lennon en 1980, y publicó la autobiografía I me mine en 1982. Volvió a la actualidad musical con el gozoso Cloud nine (1987), uno de sus mejores discos, que contenía el éxito Got my mind set on you. A continuación se sumó al curioso proyecto The Traveling Wilburys, un supergrupo junto a Bob Dylan, Tom Petty, Jeff Lynne y Roy Orbison, con los que publicó tres discos.



En 1999, un desequilibrado irrumpió en su mansión en Oxfordshire, en el sur de Inglaterra, y lo apuñaló en el pecho. Pudo escapar a la muerte gracias a que su mujer redujo al desconocido con una lámpara. En sus últimos días, George no dejó de crear música. Grabó su última canción un mes antes de su muerte, A horse to water, coescrita con su hijo Dhani, y que fue publicada la misma semana en que se despidió del mundo con el mensaje: ''Amaos los unos a los otros''.



El 29 de noviembre de 2001, George Harrison murió rodeado de su mujer y su hijo en casa de un amigo en Los Ángeles, California. 
La reina Isabel II, el presidente George W. Bush y los primeros ministros británico y francés, Tony Blair y Lionel Jospin, entre otros, expresaron sus condolencias.




I'snt it a pity
No es una pena?

Así se llama La Canción que me atrapo de George Harrison, donde una vez más, confirmo mi teoría de que el binomio compositivo Lennon-McCartney era puramente comercial. Ellos no tenían esa alma tan limpia y tan en paz consigo misma como la tenía y cultivaba Harrison. Por eso dije antes lo de ''envidiado''. 
Su música iba más allá de los tres minutos y estribillos comerciales. Él desarrolló su propio estilo guitarrístico, muy influenciado por Carl Perkins y el slide que quiere rememorar las ragas hindúes.

I'snt it a pity va más lejos que cualquier canción de los Beatles, nos muestra un Harrison más maduro creativamente hablando y con muchas cosas que decir. Es una canción muy especial, con ''pellizco'' uno de esos relámpagos casi imperceptibles en el cielo, pero que hacen brillar más a las estrellas.


Quizá no muy conocida para el gran público, pero de obligado conocimiento si quieres tocar entre los selectos del club. La han versioneado artistas tan grandes como el propio Clapton o Derek Trucks, otro genio de la guitarra, hijo del  guitarrista de los Allman Brothers




 Aquí hemos visto al hijo de George, se le reconoce fácilmente.

Hay que ponerse en pie ante tanta genialidad y dar gracias cada día de poder disfrutar de estos pequeños momentos de gloria que genios así nos dejan poder degustar y hacercarnos un poco más a lo divino, al cielo.
Canciones que quizá nos hagan ser un poco mejor personas.


Canciones de ''sólo'' tres acordes, pero con magia de sobra para consolar un corazón triste, para iluminar toda una vida..

Y como aportación personal, dejo los acordes de la canción para que cuando estés un poco perdido y quieras recobrar tu paz interior para poder ver un poco más lejos, te pueda ayudar.
No se pierde nada por probar y se puede ganar mucha felicidad, te puede ayudar a ser mejor músico, siendo mejor persona.

Hay que crecer primero por dentro para poder expresar más hacia fuera, compartir y ayudar.
Quizá eso sea amar.





El 29 de Noviembre está muy cerca, R.I.P. Mr. Harrison, I miss you so much

Quizá por eso tambien mantengo humildes mis orejas.

PD:
( G. H.)
Con tu permiso, esta vez G. H. significa George Harrison.                 Gracias:)


sábado, 22 de noviembre de 2014

LA CASA#13









Caminar por la oscuridad del bosque dilataba el tiempo como si fuera un trozo de mantequilla dejado al sol. Sólo llevaba 15 minutos caminando pero parecía que llevara haciéndolo horas. Había apretado el paso, quería llegar a la casa y…bueno. Quería llegar, esa era la primera meta volante. Una vez allí esperaría a que amaneciera para hablar con Laura. Sí, eso sería lo más conveniente.

No le quedaba otra alternativa, sólo podía pedir ayuda a su mujer. Ella siempre le había sobrellevado, aun sin entender completamente sus “cosas”, había sido la persona en la que se había podido apoyar, con la que se había sincerado, con la que había compartido sus miedos…Y ahora sus miedos se habían hecho realidad y se la iban a quitar. Le iban a quitar lo que más quería, su familia, por eso tenía que enfrentarse a aquello; había que luchar. Tendría que contarle lo de la gasolinera, tendría que preparase para escuchar su respuesta. 

-No Carlos, no hay ninguna gasolinera,…estas como unas maracas, o sí Carlos, hay una gasolinera con un gordo desagradable, pero no hay ningún bar de carretera, estás como unas maracas.
En cualquiera de los casos el fin parecía el mismo. Pero él sabía que había algo raro en aquella casa, que era una trampa, que algo quería convencerle de que estaba loco. No le quedaba más remedio que demostrar a Laura, que no lo estaba; tenía que hacerlo o al menos convencerla de que debían salir de aquel lugar. 

Parecía más fácil de decir que de hacer. Y si se negaba abandonar la casa y si simplemente decía que no… El silencio se hizo en su mente como haciéndose eco de el del bosque. No, aquello no podía suceder..Laura le apoyaría, una cosa era que hubieran discutido que él hubiera perdido el control por un momento , pero ahora la cosa era muy distinta …se suponía que le quería, tenía que escucharle , tenía que comprender que algo raro sucedía, que no era bueno estar allí y si no lo hacía por él, al menos que pensara en Paula.

¡Estúpido! .Se dijo, actúas como un niño asustado que corre al amparo de las faldas de su madre.
 ¿Su madre? …ojalá estuviera aquí…Ojalá pudiera, pero no estaba, hacía demasiado tiempo que no estaba….también se llamaba Paula; mejor dicho, Paula, su hija, se llamaba así por su abuela. No obstante, no había sido su verdadera madre, lo adoptó, no lo supo hasta muchos años después,  jamás sabría el de su madre biológica, pero le daba igual, Paula, era la madre que había conocido, la mejor madre del mundo y fue la suya. 

Fue la única persona en el mundo que comprendió lo que él era capaz de sentir, y le enseñó a ocultarlo y a que no se desarrollara, a que “eso” no le causará problemas. ¿Cuánto la necesitaba ahora...Cuánto?. 

Pero algo le susurró al oído, algo la engañó. Fue en una mañana de primavera, muy temprano con las primeras luces del día. Algo la confundió y la hizo cruzar la calle, justo en aquel preciso momento que el autobús echaba a andar. Ese mismo autobús donde él había montado hacía tan sólo unos minutos, para iniciar su viaje de fin de 8º curso de la EGB. Luego dirían que fue un accidente, que el chofer puso la marcha atrás por error, que todo fue un conjunto de fatalidades, el colmo de la mala suerte, pero en lo más profundo de su mente de preadolescente Carlos siempre supo que no lo fue. Aún recodaba el frenazo, aún como saltó sobre el asiento gris, aún podía sentir el vaivén y como las ruedas, con todo enorme peso del autobús sobre ellas, machacaban el cuerpo de su madre. No la volvió a ver. Se le quedó clavada su imagen; despidiéndole, su mano agitándose en el aire y como todavía podía leer el adiós en sus labios, ver su melena rubia recogida en un discreto moño, y sus preciosos ojos verdes …casi igual de preciosos que los de su mujer, y que los de su hija. 

Otra vez notó del miedo subiéndole por la espalda como una enorme araña que va tanteándole con sus patas peludas, buscando, seleccionando  el mejor lugar donde hincar sus colmillos cargados de terror. Aquel recuerdo había sido como una pedrada en el terrario de la alimaña. El recuerdo de su madre la había liberado, ahora su veneno infectaría su cuerpo, no con un miedo nuevo, si no con un miedo antiguo y diferente, con un pánico helador que espesa la sangre y a la vez hierve los tuétanos, con un terror viejo y rancio, olvidado, que creías sepultado bajo capas y horas de consulta de psicólogo, un miedo primitivo a que te susurren en el oído: Cruza la calle.

Los pasos apresurados de Carlos se transformaron en zancadas. Estaba corriendo, debía salir del bosque, las ramas más bajas le azotaban al pasar, igual que si fuera un reo camino del patíbulo al que una masa expectante le tira basura y escupitajos, pero no importaba, ni la dentellada de dolor que sintió en el tobillo al pisar un socavón en el suelo, ni siquiera que a los pocos minutos jadeara como un animal herido, perseguido por una jauría de perros, eso tampoco importaba. Lo único importante era que debía llegar a la casa y debía hacerlo rápido. No había tiempo que perder, el hombre del saco se había vuelto a despertar y nada bueno podía pasar.

Continuará...

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Yo, sí lo sé.

3:23 minutos
-eso suelen durar de media los temas roqueros: cortos, directos y al cuello.
-una buena canción que se pueda tocar con sencillez, casi sin complicaciones y una voz con la actitud correcta. estamos hablando de Rock, no del concierto de año nuevo en Viena.
-una letra que exprese lo que se quiere decir con relativa claridad, pero que dé juego a varias interpretaciones, que incite a ''sacarle punta'' al mensaje.
-y una vez tengamos los acordes y la melodía con su letra, hay que ''vestir'' la canción.

En la sencillez está la genialidad. Son incontables afortunadamente la cantidad de canciones sencillas (y no tan sencillas) que existen en la música popular desde el siglo pasado hasta nuestros días.
Incluso en algunos conservatorios se han rendido a la evidencia y no sólo enseñan largas obras de piano(en varios casos infumables. es mi opinión) y piezas de Paganini para virtuosos, sino que saben bien del poder de una melodía sencilla que el oyente capata y asimila casi al instante, pudiendo repetirla sin ningún problema  en los siguientes compases.

Os propongo un pequeño reto: cantar mentalmente algo de los Beatles. Fácil, verdad?
Ahora, intentad hacer lo mismo con alguna pieza de Schubert o Chopin, por ejemplo...
No hay que explicar más.

Cuando tocas en una banda de Rock (como en mi caso) y se ha compuesto una canción sencilla, directa y sabes que tiene ''gancho'', no basta con hacer los cuatro acordes que lleva y cantar la melodía.
Sonaría light, soso y aburrido y moriría al siguiente ensayo.
A la composición hay que buscarle su sitio, crear coros, melodías paralelas, hacerla vivir, tiene que respirar y tiene que ser como el vaivén de un barco mecido por la marea, tiene que moverse, hacerte sentir el ritmo, la cadencia y bailar..

Normalmente, la batería hace un ritmo de 4x4, el más sencillo y bailable y el bajo se incorpora casi al unísono en corcheas, o lo que es lo mismo: dos notas/golpes por cada tiempo del compás.
A continuación entra la voz con la melodía y el mensaje. Suelen ser grupos de 8, 16, 32 compases y de ahí al estribillo, donde se confirma todo lo que se estaba insinuando en las estrofas anteriores, pero de forma más clara y directa. Para eso es el estribillo. La parte de la canción que el oyente/escuchante percibe con mayor facilida y le va a hacer recordar y reconocer fácilmente en futuras escuchas.

Y vamos con la guitarra, que es lo que yo intento controlar aún todavía!

Igual que muchos, soy autodidacta, no sé leer partituras, no entiendo apenas nada de solfeo, pero soy todo orejas:)

Una canción de Rock no puede limitarse a tocar con la guitarra los acordes con distorsión y mucho volúmen, tiene que tener todas sus partes bien diferenciadas. Hay que buscar un riff o arreglo de inicio, una forma más o menos ''discreta'' de sonar en las partes cantadas, ya que la voz siempre manda, pero siempre debe sonar presente la guitarra, al igual que el resto de instrumentos.
Tambien tiene que ir dictando o indicando qué parte de la canción viene a continuación, anticipándose en medida de lo que permita la composición, por medio de arreglos, que pueden ser desde un acorde y cambio de tono, hasta otro riff o una progresión armónica.

Si la canción ''lo permite'', si es adecuado, lleva un solo de guitarra, aunque esto no es una ley inamovible, pero en el Rock lo que mola es que la guitarra dé su punto de vista sobre la canción, es decir, poner la guinda sobre la melodía vocal, un momento de respiro para el que canta y un momento de travesura para el guitarrista.

El solo de guitarra debe ir más o menos en consecuencia con el resto de la canción, aunque para eso son los solos, momentos de libertad de expresión.
Aquí entra en juego la pericia del ejecutante y su buen gusto a la hora de expresar lo que quiere decir con la guitarra. Puede ser otra melodía parecida o diferente a la de la voz, puede ser un arreglo en forma de dobles notas o cualquier otra cosa que necesite la canción, pero lo que nunca puede, es sonar aburrido, soso, para eso, mejor no hacer nada y limitarse a acompañar la canción hasta la siguiente parte.

Hay canciones que te permiten ritmear en el solo y otras, que te diviertas y te vuelvas un poco loco. A mí me gusta ser de estos últimos. El Rock debe ser ante todo, divertido, enérgico y los solos de guitarra tienen que ir por el mismo camino.

La canción que os comparto, la compuse en poco más de una hora. Las musas fueron muy complacientes conmigo aquel día y no se hicieron de rogar.
Cuando llegué al ensayo, todo fué positividad y enstusiasmo cuando la escucharon. Unos arreglos de voz por aquí, unos arpegios por allí, ahora unos armónicos a lo Steve Vai, medio solo a lo Estevie Ray Vaughan y unas diablurillas a lo Van Halen y ya tenemos temazo rockero!

Por cierto, los guitarristas que acabo de mencionar son dioses. Ni por casualidad me acerco, los he citado como referencia, como un ejemplo para que os situeis, repito que soy músico a tiempo parcial y no sé solfeo.

La canción se llama ''Rock&Roll Mama'' y va de cuando eres jovenzuelo, mozalbete, de los primeros brotes de rebeldía que son ley de vida, de los amiguetes y de cuando los papis preguntaban:
-tanta música, tanto guitarreo!
-Rock&Roll, mama
-...y no sé pa qué..



Esto es todo, espero que os guste, el video pertenece a un concierto en un bar de la playa. Las olas rompían a escasos diez metros de allí, pero se puede subir el volúmen:)

Cuatro años después de esto, sigo manteniendo humildes mis orejas.

(G. H. ) ya sabes que me refiero a tí:)

sábado, 15 de noviembre de 2014

Craddle of Souls


Sus garras de tigresa, sus ojos de coral;
cenizas en su lengua sin nada de bondad.



 

Que el viento te bese
que yo ni me acerco
que el agua te arrastre
y te lleve al infierno. 


Extiendo mis brazos buscando consuelo
abrazos al aire, a brazo partido
Locuras de muerte y de sangre en vinilos
Te busco en las sombras y sé que te has ido





Habitas mi mente
-no soy tu castillo 
Te acercas y bebes
-del cáliz divino



Aunque vivieras en mí
no albergo la esperanza
de que intentes salir
Tengo la coraza
bien forjada en esperanzas
Me libero de tu alma
Te maldigo por Caín






Antes de salir de aquí
es bueno reflexionar
olvidar lo que aprendí
y disponerme a luchar.



Mi alma no dejará de sufrir
deseando la llegada del invierno.
Tengo que seguir sangrando
Tengo que dejar lo eterno.






La cabeza seccionada
por el filo del acero
pudo más mi ardor guerreo
que el veneno de tu daga.



Sangre, fuego y muerte.

Resurrección...


No es una pesadilla, no ha sido un mal viaje.
Sólo son unos fantasmas que habitan en los rincones más oscuros de las profundidades del alma.
Quizá mi otro yo, o el yo que no suelo mostrar?
quien sabe, sin embargo, los escucho a ellos tambien, porque

mantengo humildes mis orejas






See you in Hell




viernes, 14 de noviembre de 2014

Mama Loo, o cómo unir raíces y estilos

Últimamente sufro de unos flashbacks apoteósicos, será cuestión de la edad que ya voy teniendo.
Debo confesar que el refrán ese que sentencia lo de ''cualquier tiempo pasado fué mejor'' lo llevo cuestionando décadas, tanto por experiencias personales, como ajenas, razones socio-poíticas, religiosas, locales, etc.
En general, trato los refranes como una coletilla de salida fácil o cambio de conversación de ascensor, usos baladíes, supérfluos, cosas a las que no doy importancia y por las que no estoy dispuesto a estresar las neuronas que me quedan. Tranquilidad y buenos alimentos. Jajajaja, se me escapan!

Pero sólo tengo una excepción en lo relativo al dichoso refrán citado: a veces, en lo relativo a las expresiones artísticas y más concretamente en la música, cuando ya tienes una carrera semi-profesional a las espaldas y llevas más de cuarenta años escuchando y trabajando en la música, hay épocas de la vida, momentos en los que inconscientemente casi te convences de que en la música ''cualquier tiempo pasado fué mejor''.
Y no es del todo así, pero ocurre en muchísimas ocasiones en que te quieres atravesar los oídos de punta a punta con una aguja de hacer molde, costura, por que lo que estás oyendo en ese momento, rebasa con creces tu sentido del ridículo. El concepto ''verguenza ajena y por dios, qué sofoco, me quiero morir ya'' se hace carne y quien busque esa definición en guisquipedia, se va a encontrar con mi cara impresa como definición gráfica y literal de verguenza ajena.

No voy a tener el mal gusto(puesto que trato de superar los traumas) de citar aquí títulos de canciones que(horrorosamente) han copado las listas de las ''mejores'' ''canciones'' de mayor éxito tal o cual verano en nosequé isla mix.
Qué horror, es que dá pa entrecomillarlo todo!

Después de esta ''tirada de la cadena'' musical, quiero compartiros algo. Algo que gustará mucho a aquellas personas que mueven el piececillo en los primeros compases y acaban bailando a mitad de canción, jeje..

...recuerdo que sobre el año'71 se fué a currar mi hermano mayor a Mallorca y al volver con sus primeras vacaciones, casi no le conozco, se fué del pueblo vestido de Alfredo Landa y volvió de Robert Plant. Calcado! Melenón, pelazo, ni gota de grasa, atlético, guaperas, sólo un chaleco vaquero con parches cosidos, pantalones de campana amplísimos(juraría que llevaba una teutona escondida en cada pernera) un cinturón con una hebilla tan grande como el reloj de la Puerta Del Sol y unos ''zuecos'' marrones.
Un escándalo en el pueblo, al filo de la excomunión!!

Pero yo lo flipaba. Aunque me daba mucha leña, me enseñó a darla tambien y con buenos resultados y siempre traía discos.
Demis Roussos, The Moody Blues, Led Zeppelin, Santana......yo que no sabía casi hablar, iba a entender a esos greñúos?
Pues ni papa. Ni falta que me hizo, pero es que cuarenta años después sigo sin entender ná, pero enamorao como el primer día. Es un amor que me llevaré de viaje cuando me largue de aquí.

Pero además de todos esos artistas, hubo un grupo que me llamó la atención obremanera. Por supuesto tampoco los entendía, pero me hicieron mover! Con todos los anteriores era sólo cantar y acompañar de palmas, pero con estos me engorilé y recuerdo estar deseando que llegara el sábado por la mañana, levantarme el primero, ''tomarle prestado'' el reproductor de casetes a mi hermano que estaba sopa perdío y poner la cinta de Les Humpries Singers...

Este grupo(y nunca mejor dicho, eran casi una docena) nació bajo el auspicio del Inglés afincado alemán Les Humphrie, militar jubilado prematuramente y músico, compositor y arreglista, que fundó la agrupación a finales de los 60's con la intención de darle un nuevo giro a la música hippie, aunando en las canciones el gusto por el Góspel y el Pop( sí, Pop, del de la época y muy bueno, además) dando preponderancia al sonido amplio típico en las agrupaciones de Góspel y como melodías, las líneas solistas del estilo Pop, consiguiendo una buena mezcla y creando tendencias.

Lo primero que escuché de ellos fué el single: Mama Loo, un tema fuerte, enérgico, con esos coros opulentos en primera plana y esa voz solista de un tipo que gritaba mucho y muy bien


El cantante en esta canción es John Lawton, que después de estar en esta agrupación de voces, dió el salto a Uriah Heep, banda de Heavy que ya gozaba de un buen prestigio y les dió un toque extra de Soul y calidad vocal

L.H.S. gozaron de muy buena salud en la década de los 70's grabando singles y Lp's y se disolvieron al final de la misma, debido a temas de impuestos artísticos que no le interesaban a Les
Uno de estos singles fué: Motherless child, un standard de Góspel utilizado por infinidad de artistas de la época y recientemente rescatado por mi amado Clapton


Tras la disolución de la banda, Liz Mitchel se convirtió nada menos que en una de las cantantes del grupo de moda de la época: Boney M,  los de ''daddy cool'', ''rivers of babylon'' y demás éxitos discotequeros

La característica común de esta banda era la cantidad y variedad de voces que podían ir alternándose a cada paso, en cada canción, creando texturas y dando colores a las canciones


''Loce the one you're with'' fué un éxito de la época, compuesto por Stills, el de Crosby, Stills& Nash y hay un extra en ritmo, con ese piano a modo de locomotora y la batería convertida en las vías por donde transita la canción. Cada vez que la escucho, muevos los pies y si puedo, bailo. Me sigue emocionando como el primer día, es música que afortunadamente no se oye en radios comerciales junto con artistas de plástico. Esto hay que buscarlo en tiendas especializadas o directamente de internet.
Afortunadamente no hay nada descatalogado.

Como soy tan apasionado del Rock, no quiero acabar sin hacer una mención especial a John Lawton, ahora que ya da menos actuaciones en vivo, pero tiene una voz increible aún y el artista lo merece.

Tiene una voz muy reconocible, con personalidad, con varios registros, pero sin dejar de sonar a él.

Es por esta forma de cantar con tanto feeling por lo que admiro profundamente a este hombre. No es una voz de segundo plano, es una voz clara y sensible no ausente de fuerza, es puro Blues sofisticado.

Los buenos siempre salen a flote, porque entre el cielo y la tierra no se puede esconder un genio. Brillan por sí solos.

Y el resultado es una maravilla de canción con guitarras de slide añejas evocando el mejor Blues y su voz, esa voz que me atrapó hace más de cuarenta años ya..

Se recomienda subir un poco el volúmen y dejarse llevar por la calidad y calidez de la canción y emocionarse. Mucho.
Yo lo hago, es saludable para el alma.






Gracias por vuestra música, familia, siempre os tengo en cuenta. Sobretodo, cuando me preguntan cosas del tipo: qué es el feeling cantando?
Les hablo de esto. No es sólo música, es una parte de mi vida, sensaciones, anécdotas y esos tazones de leche con galletas los sábados bien temprano, antes de que se pudieran gastar las pilas de aquel reproductor que me hizo amar algo que no entendía y sigo casi sin entender, pero no me hace falta, sólo doy gracias por poder seguir manteniendo..

...humildes mis orejas.


miércoles, 12 de noviembre de 2014

El Cañón




Cuando el cañón entra en mi boca
como un muñón helado.
Cuando el metal toca el cielo
una arcada de miedo
como el rayo que anuncia al trueno
Nauseas de pena y lágrimas
me recuerdan que la muerte está próxima

Tiembla el dedo
sobre el acero.
No puedo, no me atrevo.

La toco, la noto
la sujeto ente las manos.
La agarro con fuerza
y la monto
se levanta el martillo,
ya sólo me queda apretar el gatillo

Apretar el gatillo y todo acabará
Una bala y mi cabeza se abrirá
Los ojos explotaran en pompas de sangre
y el pelo arderá
y su olor..
y él de la pólvora..
y él de la carne quemada..

Huesos, piel y sesos,
todo hasta los dientes
volaran por el aire.
como un cubo de basura cuando se patea
como un morcilla de inmundicia
que se aplasta, todo saltará
en roja sinfonía.

Negro, todo será negro.
Miedo, tengo miedo.
Porque si disparo me mato
y si no lo hago, me muero.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Crónica de una fecha anunciada

Serían poco más de las 6:00 de la mañana cuando me desperté y lo primero que pensé fué: que dios me asista, que hoy ya no duermo más, ni voy a poder descansar más en todo el día, con todo lo que me espera hasta las 5.00 de la mañana del día siguiente, por lo menos!
Normalmente duermo unas seis horas al día y ya había agotado el cupo esa noche. La cama me agobia en esos momentos y me tengo que levantar.
Qué podía hacer?

Despues del café de rigor (bueno, dos) buscar la ropa de esa noche, calentar bien los dedos con unos ejercicios específicos, tocar un rato la guitarra y a mediodía comer bien, la tarde sería bien larga y no la iba a pasar con un sandwich, así que el plato fué guisillo con champiñones y fundamento.

16:30 llegamos al local de ensayo. Previamente, el día anterior ya habíamos estado desmontando todo el equipo, con la intención de adelantar trabajo y no perder ahora tiempo en eso. Unos cafés, unas risas, selección de repertorio y la furgo cargada cual tetris: pies de micro, batería, tres amplis, tres guitarras y un bajo en sus fundas, dos monitores de voces para referencia interna, varias bolsas con cables, conectores múltiples, estabilizadores de corriente, más cables.....y a las 17:40 salíamos rumbo a lo desconocido, como rezaba aquel relato de aventuras...

18:30 paramos la furgo en la puerta del bar donde íbamos a actuar esa noche. La fachada del bar es sobria, nada da a entender que ahí dentro pongan Rock&Roll. Es de esos garitos con solera que no necesitan publicitarse y yo tampoco lo voy a hacer, pero eso no significa que no estuviéramos bien atendidos, ni mucho menos.

Se abre la puerta lateral de hierro del local y aparece el dueño, la viva imagen de un Fito muy psichobilly. Auténtico y molón!
-sois vosotros? dijo mirándonos y levantando la barbilla.
Claro, yo sé que yo soy yo, pero supongo que se refería a si éramos los músicos de la banda de bandíos que había contratado para esa noche.

Cumplidos los formalismos roqueros y revisado nuestro contrato verbal, abrimos la fragoneta y en pezamos la descarga de equipo. Esta vez hubo suerte con el bar. La puerta lateral daba directamente al escenario. Cuatro pasos y estábamos dentro, así que la descarga y traslado fué casi un paseo, si exceptuamos que el equipo es pesado y no colabora.

19:15 se acaba la descarga, ya está todo cerca del escenario. Lo hacemos así porque por cuestiones evidentes de espacio, montar una batería de doble bombo y jaula de platos, no es tarea fácil y no tenemos por qué estorbarnos. Dejamos que se complete ese trabajo, lo que nos permite acercarnos a la barra y pedir unos cafés, refrescos, cervezas..
Este es un momento estratégico y fundamental, algo que a muchos grupos se les escapa y es el acercamiento a los currantes y al jefe del local que son los que van a estar con los músicos durante toda la jornada. Ellos son los que te van a ayudar si falta algún cable o te van a dejar alguna herramienta por si a última hora aparece un problema impensable. Son los que van a estar pendientes de que funcione todo correctamente, su negocio es ese y ellos son los máximos interesados en que el grupo se encuentre cómodo, que funcionen la iluminación del escenario y el sonido externo para que el público perciba un show lo más digno posible, así que hay que entablar conversación con ellos, memorizar sus nombres, y mostrarse con naturalidad, no somos rockstars ni lo pretendemos, así que no vamos a exigir camerinos individuales, champán ni demás leyendas que circulan por ahí.

20:00 hacemos la prueba de sonido. Los grupos que ya están rodados, casi no pierden tiempo en ecualizar equipos, yo sé cómo va a sonar mi Marshall casi sin mirarlo. Ajustamos volúmenes y empezamos a tocar para observar si suena todo equilibrado
Había gente por allí tomaando copas y viendo fútbol mientras hacíamos la prueba de sonido. Este es otro momento especial en el que según te muestres, puedes llenar el local por la noche o que no vaya a verte ni dios.
Y siempre nos pasa igual, en vez de tocar un poco de una canción, nos vamos poniendo cachondos y acabamos haciéndola entera. Y lo más cañero, Lo ideal es probar el sonido con una canción ''sencilla'' de ejecutar, ya que se suele estar cansado del viaje y la descarga de equipo, pero no, somos como somos y probamos con una de los RUSH

21:00 fin del experimento. Todos contentos y a cenar por ahí. De tantas cosas buenas que me ha dao la música (las malas me las guardo) ha sido las de conocer gente, sitios, costumbres, etc.
En un pueblo un tanto peculiar, gentes peculiares. Ni mejores ni peores, peculiares. Aunque claro, ellos pensarían lo mismo de unos forasteros.

23:15 llegamos al local. Ya se respiraba otro ambiente, había otra energía. El bar estaba a la mitad de su aforo, sonaban Grand Funk Railroad, ya no estaban las pantallas de tela donde se proyectan los partidos y los diferentes especímenes congregados allí se mostraban entre liberados por ser sábado noche e impacientes ante lo que que iban a presenciar. Toda clase de sensaciones se adivinaban en sus rostros.
Eso era algo que teníamos en nuestra responsabilidad según se mire, terminar de completar el aforo y eso se hace tocando bien, respetando al público e implicándolo. No te puedes limitar a subir al escenario, tocar, terminar y buenas noches,
Ahora, con las aplicaciones de los móviles puedes contactar con tus amigos y mandarles un video casi en tiempo real: ''teneis que venir ahora mismo a ver a esta banda. son la caña!!'' y en pocos minutos aquello se llena de colegas, se contagia la energía y el local hierve. Nosotros nos contagiamos de eso, nos da más subidón, el dueño del local hace sus cuentas y todos felices.

24:30 va a comenzar el concierto. Nervios, cocodrilos en el estómago. Buena señal. Dicen los grandes que el día que no tengan esas sensaciones, es mejor dejarlo. Significa que la pasión ha muerto y no tienen nada que transmitir, pero yo creo que no hay nada que les apague esa pasión con un buen cheque a su nombre guardado en el bolsillo.
Enciendo el Marshall, reviso las conexiones, me cuelgo la guitarra y repaso la afinación para asegurarme que está todo perfecto. No me sudan nunca las manos por los nervios, pero tengo ese ritual y llevo una toalla.
Se para la música del garito.

Se encienden los micros y suena un ligero ruido de fondo...los watios están en su temperatura y parece que murmullan deseando convertirse en música.

Hola, somos D'Stranjis y vamos a rockear esta noche!!


Las canciones van cayendo como las vainas hirviendo al salir de la recámara de una ametralladora una tras otra. Se ven flashes de cámaras, hay aplausos y gritos entre canción y canción, estamos en perfecta comunión banda-audiencia, la energía no sólo fluye, va increscendo..


Rush, Led Zeppelin, Ocean Colour Scene,Rush, Kiss RHCP, Aerosmith...van pasando por nuestras manos versiones de los más grandes artistas de la música rock y lo estamos dando todo porque no sabemos hacer las cosas a medio gas. Esto es ROCK  y es actitud, energía, rebeldía, fuerza y pasión y así debe de ser.

1:30 el show va terminando y no podía faltar el himno de fin de fiesta, un clasicazo!


Show must go on, que cantaban Queen, nosotros hemos terminado el show con el bar en aforo completo y todos contentos.
Nuestro ritual acaba juntándose la banda en un abrazo y dándonos las gracias, es mucho trabajo y se sacrifican muchas cosas para dos horas de música en directo.
Ahora viene lo más ingrato, lo que menos gusta, que es desmontar el equipo, cargarlo en la furgo, despedirse y volver a casa.

4:00 tras un bocata de queso sudao que sabe a gloria porque la cena debe andar por los talones y tras despedirnos caballerosamente, iniciamos el viaje de vuelta, ya con menos jaleo que la tarde anterior. Los cuerpos están casi al límite de reserva, se habla menos, alguna anécdota de las que siempre aparecen en estas aventuras y la radio suena de fondo pero como un acompañante más. Esa vieja compañera que es la radio..

5:00 llegamos al local, esto no acaba aquí, ahora hay que descargar el equipo y dejarlo todo más o menos organizado para el próximo día, pero no deja de ser una rutina más. Aquí no hay mucha diversión, pero sí la íntima satisfacción del deber cumplido.

6:50 en casa, por fín! he sobrevivido una vez más y ahora toca intentar relajarse. Un buen vaso caliente de leche es milagroso, ahora sólo falta que el cansancio se apodere de mí y pueda dormir unas horas, pero no tengo sueño, no creo que me pueda dormZzZzZzZzZz



Mantengo humildes mis orejas.


sábado, 8 de noviembre de 2014

LA CASA#12








La sensación térmica en la espesura del bosque era varios  grados más fría. La noche se pegaba a todo como una película negra que apenas si dejaba ver donde pisaba. La luz de la luna estaba tamizada por una inmensidad de agujas de coníferas.
 El hombre avanzaba torpemente por entre los cedros, pinos y abetos como en un eslalon ralentizado. Mientras fintaba troncos negros, el fresco olor a pino luchaba con el del limón podrido en las fosas nasales requemadas de Carlos. Sin embargo la verdadera lucha se llevaba a cabo no muy lejos, en otra parte de su cabeza.

El miedo se había subido a horcajadas sobre sus hombros y le susurraba cosas. Cosas horribles que se negaba a creer. ¡No y no! Él no podía haber perdido el juicio. No podía ser tan simple como eso, era imposible. Algo no cuadraba allí, algo no había cuadrado desde el principio, desde que vio aquella maldita casa en la pantalla del ordenador, en su propia casa.
 El tenía una especial sensibilidad  para aquellas cosas. Sí, no podía negarlo y lo supo desde el principio, aquello no era buena idea y por alguna razón no deberían haber venido. Pero como siempre pasaba no pudo demostrarlo simplemente  fue otra pega más, una más de sus rarezas. Aquellas rarezas, como las llamaba Laura le habían acompañado  desde bien joven y desde esa tierna edad, aprendió a llevarlas en silencio por miedo a convertirte en un bicho raro oficial. Pero el silencio no hace que desaparezcan, te siguen durante toda la vida, como algo tuyo, algo que llevas oculto igual que esa extraña marca en la piel de la que no te sientes orgulloso, porque sabes te hace ser “diferente”.

Esas sensaciones eran pequeñas coincidencias,  premoniciones que aparentemente no alteraban el curso de la vida y que rara vez le suponían ventaja alguna. Como saber que el teléfono iba a sonar unos segundos antes que lo hiciera, o presentir acontecimientos, muertes, accidentes de personas a las que no conocía, hasta que por alguna razón la noticia llegaba hasta él y entonces ese presentimiento cobraba sentido, o simplemente “pensaba” en nombres de personas con las que hacía años que no hablaba o lugares a los que  nunca había ido, para que por caprichos del destino acabara viendo o visitándolos en pocas fechas. Otras eran simplemente, eso sensaciones, que te hacían no tomar un autobús para esperar al siguiente o elegir un asiento en vez de otro estando todos vacios. Lo cierto y verdad, es que llegaban como flashes, como fogonazos que se colaban en su mente; lo hacían de forma inesperada, la mayoría de las veces sin estar dentro de un contexto que pudieran disfrázalos de deducción, simplemente se metían en su cabeza como una idea repentina y luego desaparecían. La única explicación que se le ocurría, era suponer algo como que los pensamientos fueran parecidos a unos hilos telefónicos que nos interconectaran con otras personas o cosas, y que cuando pensamos en alguien o en algo, de algún modo, que no llegaba a comprender, unos de esos hilos de pensamiento erraran en su objetivo siendo como llamadas de teléfonos que se cruzaran momentáneamente con él. Pudiendo de esa forma “ver” su mensaje.
Pocas personas sabían de su existencia.  Quizás fuera una estupidez,  pero de alguna manera pensaba que esa capacidad, esa sensibilidad  siempre le había protegido a él y a los suyos. Era lo mismo que cuando llevas herramientas en el coche que no sabes muy bien como utilizar, pero que te niegas a sacar pensando que algún día te podrían sacar de un aprieto y esta vez no lo había seguido; había dado la espalada a su intuición y aquella casa o lo que fuera estaba jugando con él, con ellos. 

Algo se estaba cociendo, algo negro, algo que jugaba con su mente. Algo peligroso. Él era el único capaz de percibirlo, él era el único capaz de detenerlo. Por eso él era el primer enemigo a batir.
- ¿Estás seguro?, estás seguro de qué es eso…No será que esa esquizofrenia latente que siempre has tenido y que nunca se diagnosticó, ahora se está expresando. Sí ahora…ahora que temes perder a Laura , y que tu mente enferma está creando un escenario donde eres un héroe salvador ..estás seguro? De qué lo que te pasa, es que tan sólo estás loco, loco como una cabra jajajaja..
La voz sonó alta y clara dentro de su cabeza. No era su voz, era la voz de un anciano cruel que arrastraba las palabras, casi escupiéndolas al pronunciarlas. Era la voz del miedo. El corazón de Carlos se detuvo por un momento, su sangre dejó de circular. El diafragma se contrajo y como si sus pulmones fueran la caldera de un volcán a punto de explotar un magma hirviente ascendió. Entonces gritó. Gritó como jamás lo había hecho, los músculos del cuello se tensaron, su boca se abrió y sus ojos se desorbitaron pero en vez de vomitar el miedo y el contenido de su estomago como hacía unos minutos, expulsó un magma ardiente y sónico preñado de ira…
- ¡¡¡Cállate!!! No tengo miedo. NOOOOO ESTOY LOCOOOO!. 

Continuará..

LA CASA #11 
LA CASA #1